La ley rusa prohíbe mostrar símbolos gays a menores de 18 años, pero un grupo de activistas LGBT usó su imaginación para pasear con la bandera arcoíris por las calles de Moscú en pleno Mundial.

La bandera arcoíris es un símbolo de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.

Sin embargo, desde que se aprobó la normativa contra la propaganda homosexual en 2013, desplegarla en Rusia puede llevarte a la cárcel.

Pero el grupo halló la forma de camuflar la bandera por las calles de Moscú: vestir las camisetas de sus respectivas selecciones de fútbol.

Así, las camisetas de España, Holanda (que no participó en este Mundial), Brasil, México, Argentina y Colombia, dispuestas en ese orden, representan los colores de la bandera: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.

La bandera generalmente se despliega en horizontal, de forma que se parece a un arcoíris.

Los activistas visitaron lugares icónicos de la capital rusa, como la Plaza Roja o la Catedral de Cristo Salvador, y también viajaron en metro y estuvieron cerca de agentes de la policía.

"Al aterrizar en Rusia, en nuestros primeros pasos tuvimos mucho miedo, pero poco a poco nos dimos cuenta de que nadie sabía lo que estábamos haciendo, así que comencé a relajarme, aunque me mantuve alerta", le dijo a Newsbeat de la BBC una de las activistas, la española Marta Márquez.

"Para nuestro quinto día ya no había sensación de peligro real, nadie nos amenazó".

"La mayoría de la gente fue muy amable con nosotros, especialmente los turistas que nos veían como iguales. Sin embargo, si hubieran sabido lo que estábamos haciendo, probablemente habría sido diferente", añadió.

El proyecto, llamado Hidden Flag (Bandera Oculta), quería aprovechar la coincidencia de que en todo el mundo se estén celebrando los desfiles del Orgullo con el transcurso del Mundial de Rusia.

La idea fue aplaudida en redes sociales.

Antes del inicio de la Copa del Mundo había mucha preocupación sobre el trato que podrían recibir las personas LGBT debido a la legislación rusa.

Sin embargo, muchos felicitan la hospitalidad del pueblo ruso desde el inicio de la competición.


 

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