Por la Alameda transitan diariamente 2 millones de personas. Uno de cada tres santiaguinos circula por sus vías. El 24% del control del orden público de la Región Metropolitana se concentra en esa arteria. Es donde ocurren el 16,2% de los accidentes de ciclistas del país, el 2,8% de los delitos de la RM, también el 11% de los robos por sorpresa y el 32,6% de los desórdenes públicos. En la Alameda se concentra además el 24,5% del comercio ambulante de la región. 

Su recuperación y puesta en valor es una labor que el gobernador metropolitano, Claudio Orrego, tomó como la principal carta de su gestión. Se trata de un proyecto que él mismo impulsó cuando fue intendente de Santiago, por el cual se llamó a concurso en 2015 y cuyo diseño quedó entregado en 2017 al consorcio británico-chileno compuesto por Lyon-Bosch Arquitectos + IDOM Ingeniería y Consultoría + Groundlab Landscape Urbanism + Sergio Chiquetto, con José Alfredo Ramírez como arquitecto responsable.

Su objetivo era hacer más eficiente el transporte y recuperar el carácter de la Alameda de las Delicias de O’Higgins -como se le llamó a la avenida en el XIX- como parte de la vida cívica de la capital. 

Se alcanzó a avanzar bastante en el diseño, sobre todo en el Nudo Pajaritos, en Lo Prado, hasta que en marzo de 2019, la iniciativa se congeló por falta de recursos y porque se consideró que no era rentable socialmente. 

Nuevas urgencias 

Hoy, dado el deterioro de la principal vía de la capital, la iniciativa resurge, pero con nuevas urgencias. En tres años el paisaje ha cambiado radicalmente. Problemas de seguridad, manifestaciones, concentración de actividades y ambulantes, personas en situación de calle, el fenómeno de las carpas agravado por la migración de los últimos años, sumado a la vandalización de áreas verdes, arbolado, pavimentos, fachadas y mobiliario público, son hoy parte de los problemas de los que el proyecto busca hacerse cargo. 

El puntapié inicial lo dio Orrego con el Presidente Gabriel Boric el 18 de mayo pasado, cuando el mandatario se comprometió a empujar la iniciativa desde el gobierno. Ahora son cinco los ministerios que participan de esta iniciativa: Obras Públicas, Transporte, Vivienda, Interior y el Ministerio de Hacienda.

Juntos ya conformaron una mesa técnica que es liderada por Interior, en su rol de coordinador. Hacienda, por su parte, es la cartera encargada de revisar los presupuestos que deben provenir principalmente desde las demás secretarías de Estado. 

Todo para lograr los cerca de $ 73 mil millones que según la Gobernación se necesitan para la totalidad del proyecto. Una decisión que deberá quedar zanjada este mes, cuando se presente la ley de presupuesto 2023 en el Congreso.   

Tras esto, se constituirá un equipo de tarea, que será el encargado de ir dando vida al nuevo eje.   

De Las Condes a Maipú

El proyecto completo debería empezar a ejecutarse el primer semestre de 2023, pero hay procesos de participación ciudadana que podrían comenzar desde este año. Sin embargo, del proyecto principal ya se hicieron varias modificaciones: el costo inicial de la obra ($ 227.040 millones) es hoy 23% más bajo y se eliminaron las pistas centrales exclusivas para el transporte público de la propuesta original, que buscaban recuperar espacios de veredas donde hoy se concentran paraderos para traspasarlos hacia el centro de la calzada. En vez de eso, hoy se busca incentivar modelos más sostenibles de transporte, con especial énfasis en el uso de las bicicletas.

El plan se divide en cuatro componentes: una es la que conectará la Alameda con Pajaritos, que requerirá una inversión de 38 mil millones de pesos. Se trata del tramo más complejo en términos de infraestructura vial, ya que contempla un sistema de túneles, entre ellos, uno que enlazará desde el eje principal hasta la ruta 68. 

Otra de las partes de la iniciativa, en la que se invertirá entre $ 30 a $ 40 mil millones, será la recuperación del espacio público. Esto incluirá recuperación de fachadas, arborización (que ya fue aprobada por el consejo regional), iluminación y nuevas veredas. Según explica el gobernador Orrego, esta parte del proyecto sería una de las primeras en abordarse, dada la necesidad de recuperar los lugares de uso público. 

Otra de las piezas de la propuesta de la Gobernación es la construcción de una ciclovía que conectará desde la comuna de Las Condes hasta Maipú, pasando por Providencia, Santiago, Estación Central y Lo Prado, con una extensión de 24 kilómetros, y que permitirá la conexión con otras 13 ciclovías existentes y 5 proyectadas, para consolidar 41,6 kilómetros de red. “Queremos hacer de esta la ciclovía más larga de Santiago y de Chile”, explica Orrego. 

Una “obra de confianza” en Plaza Italia

Pero una de las piezas centrales de la renovación del eje es qué sucederá con Plaza Baquedano o Plaza Italia, como se le conoce comúnmente. El proyecto original proponía una gran explanada que uniría todos los parques que confluyen en ese punto neurálgico de la ciudad: el Forestal, el parque Bustamante y el parque Balmaceda, como una manera de abrir ese espacio, que hasta octubre de 2019 era símbolo de celebración, para transformarlo en un lugar de congregación  y representación cívica.

Bajo esa propuesta, desaparecía el parque de la rotonda, se modificaba el trazado de las calles y se desplazaban los monumentos. Sin embargo, según las imágenes dadas a conocer por la Gobernación, la nueva propuesta no incluye el monumento al General Baquedano, héroe de la Guerra del Pacífico, que fue vandalizada tras la explosión social de 2019 y que hoy ya fue removida del parque, quedando solo el monolito que sostenía la escultura de bronce.

En vez, se busca generar lo que se ha denominado una “Obra de Confianza”, una especie de nuevo símbolo acordado entre los vecinos y locatarios, que congregue a la comunidad.  

Desde la Gobernación explican que una vez aprobados los presupuestos lo primero será iniciar el proceso de participación ciudadana de Plaza Italia. Además, se trabajará en la reactivación económica de los barrios céntricos y se creará una mesa de trabajo de Recuperación de Espacios Públicos. Eso debería iniciarse incluso durante este año.

“El foco será la resignificación del lugar y generar esta obra de confianza. Luego, teniendo el proyecto original como antecedente, se iniciará un proceso participativo conducente al diseño del espacio público para el lugar”, explican desde la GM.

El segundo paso, contemplado para 2023, serán las intervenciones tácticas y el diseño del espacio público. Y luego al tercer año, se llevaría a cabo la ejecución del proyecto. Orrego explica que todo ese proceso requerirá una inversión de entre $ 10 a $ 15 millones, pero desde la gobernación indican que se tratará de un proceso que será empujado con la demás iniciativas que se están desarrollando en ese lugar: el programa de reactivación económica del Ministerio de Economía; de Recuperación de Espacios Públicos, que coordina el Ministerio del Interior, y el proyecto que la Gobernación Metropolitana financió en conjunto con el CORE para la zona cero.

Este contempla un total de $ 500 millones en seguridad y reactivación económica para la recuperación de los barrios Bellas Artes, Bellavista, Lastarria, Parque Bustamante, Parque Forestal, Plaza Italia y alrededores .

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