Con la decisión del Presidente Sebastián Piñera ya comunicada, la jornada de este lunes comenzó de manera frenética en el mundo político. Mientras el mandatario encabezaba un consejo de gabinete, en el Congreso sesionaba la comisión de Gobierno Interior para abordar justamente la situación del país ante un inminente cambio de las elecciones de alcaldes, gobernadores, concejales y constituyentes.

No solo eso, la oposición se organizaba con partidos incluso sin representación parlamentaria para ver el camino que se delimitarían durante una semana clave. El Ejecutivo y el Congreso tendrán tres días -de aquí al jueves- para tramitar la reforma constitucional que el gobierno, hasta el cierre de esta edición, estaba terminando de afinar.

Por segunda vez, los comicios municipales viven una modificación. Primero, estaban planificados para el pasado 25 de octubre, pero al aplazar el plebiscito constitucional, estos debieron ser pospuestos para el 10 y 11 de abril, incluyendo en lo municipal, así, la elección de los convencionales que redactarán la nueva Constitución.

Ante el aumento inesperado de casos de contagiados de Covid-19 en Chile, la semana pasada, finalmente, el debate se comenzó a instalar en el mundo político y ante diversas conversaciones durante el fin de semana, el gobierno se inclinó por proponer una nueva fecha de elecciones: 15 y 16 de mayo.

Pero la idea no ha terminado de convencer tanto al oficialismo como a la oposición. Por la mañana, la centroizquierda se congregó en una cita, donde los líderes acordaron que no aprobarían una reforma sin antes contar con ciertas condiciones como una renta universal y medidas sanitarias más estrictas.

En esto último, de hecho, ya habían surgido críticas privadas en el oficialismo, desde la semana pasada, pues recalcaban que el gobierno se tardó demasiado en establecer las cuarentenas totales; y que, por tanto, no previó el riesgo para la elección municipal y de constituyentes, que ya ha significado la realización de una inusual campaña en medio de la pandemia.

El presidente del PPD, Heraldo Muñoz, durante esta jornada, en tanto, pedía el cierre de fronteras mientras la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), se ha posicionado como la cara visible de la oposición para negociar el detalle de la reforma.

Respaldo político en cuestión

“Nadie quería suspender las elecciones”, dijo al mediodía la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, al informar que la colectividad comprendía la decisión, pero que era compleja en todo ámbito. “La situación que vive nuestro país requiere que la clase política deje de mirarse un ratito al ombligo y entienda que lo que ocurre hoy en Chile y en el mundo requiere tomar medidas difíciles”, precisó, por su parte, el líder gremialista, Javier Macaya.

Por la mañana, en todo caso, en Tele13 Radio el diputado había mencionado que no se podía descartar la propuesta de analistas y diputados como Pepe Auth y Tomás Fuentes sobre realizar la elección en tres días. Esa idea fue replicada en menor medida por otros parlamentarios como Leonidas Romero (RN) y Gustavo Sanhueza (UDI). 

Una parte de la derecha insiste en que el gobierno no debió haber propuesto aplazar nuevamente la elección, porque, dicen, eso no ha ocurrido en ninguna parte del mundo. Es más, agregan que posponerla en poco más de un mes no asegura que estemos en un número de contagios estable o que no impliquen el colapso de la red de salud.

¿Podría ser una dura derrota política para el gobierno? Varios se cuestionan aquello al interior del conglomerado, sobre todo, mientras la oposición ha ido tomando vuelo con sus exigencias, en una movida por hacer pagar los costos políticos a La Moneda. 

En paralelo, en Chile Vamos criticaban que no se esté socializando los detalles del aplazamiento y los efectos que esto conlleva, como por ejemplo, la situación de los alcaldes que están suspendidos de sus cargos por competir para la reelección.

“Los municipios han estado en la primera línea en esta pandemia. Sin embargo, se nos excluyó y no pudimos dar nuestro punto de vista ante la postergación de las elecciones de este 10 y 11 de abril”, dijo el alcalde de La Reina, José Manuel Palacios, también vicepresidente UDI. 

La señal de Provoste

Entrada la tarde, en tanto, el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, catalogó como un “chantaje” la postura de la oposición en torno a exigir más ayudas económicas y más normas sanitarias para aprobar la reforma constitucional.

No obstante, horas después, en una cita que sostuvo el propio Piñera y la senadora Provoste, el tono se distendió. De hecho, la parlamentaria, tras el encuentro, recalcó: “Valoramos la disposición del Presidente para establecer un equipo entre el Ejecutivo y el Parlamento, entendido como todas las fuerzas con representación parlamentaria, para poder revisar la política de protección social, profundizar las ayudas en el marco de los presupuestos que están disponibles”.

Consultada sobre los dichos del ministro Bellolio, Provoste respondió: “Me quedo con lo que ha sido la reunión con el Presidente, que ha sido una reunión con altura de miras”.

Más allá del tema de las ayudas económicas, no obstante, en los partidos -transversalmente- existen dudas y diferencias de opinión en aspectos como si los alcaldes deben volver o no a sus cargos, si se congelará o no la campaña electoral en las calles.

De aquí al jueves, el Congreso y Ejecutivo deberán lograr un acuerdo en torno a la realización de las elecciones municipales y de constituyentes. Todo esto, en medio de un clamor ciudadano por resguardar la salud y aplazar definitivamente los comicios.

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