La actriz chilena Mane Swett se está jugando sus últimas cartas en la extensa batalla judicial que ha dado para recuperar a su hijo. A través de su defensa, presentó un recurso ante la Corte Suprema de Estados Unidos para que se revise el fallo que le negó extender el plazo legal para seguir litigando el caso.
El documento, ingresado el 22 de mayo, consta de más de 37 páginas y cuestiona cómo los tribunales aplicaron la Convención de La Haya en el tema de la sustracción internacional de menores. Sin embargo, uno de los aspectos que más llama la atención es que el escrito detalla el impacto emocional que ha tenido este proceso en el vínculo entre la actriz y su hijo, el cual se habría deteriorado gravemente.
El vínculo deteriorado entre Mane Swett y su hijo
Según lo que consigna Las Últimas Noticias (LUN), en el documento se asegura que Santiago Bowe ya no mantiene la relación cercana que tenía con su madre antes del conflicto judicial.
“El comportamiento del menor tras la retención ilícita reflejó aún más el grado de influencia indebida (de su padre). Su relación con su madre se volvió distante y hostil. Rechazó el afecto físico de su madre y expresó su enojo por el litigio”, es parte de lo que detalla el texto.
El escrito también sostiene que la distancia no fue producto de una decisión judicial de custodia, sino del efecto de una supuesta manipulación.
“Lo que comenzó como una visita rutinaria entre padre e hijo, se convirtió en un esfuerzo calculado para distanciar a un niño de su madre. La señora Swett, una madre chilena que confió a su hijo a pasar las vacaciones en el extranjero, ahora ha sido apartada casi por completo de su vida. Su otrora estrecha relación con su hijo ha sido reemplazada por silencio y distanciamiento, todo siguiendo un patrón de manipulación que los tribunales inferiores reconocieron, pero no lograron remediar”, se lee en el escrito.
Los cuestionamientos de la defensa de Mane Swett
El documento apunta a que hubo errores en la forma que se interpretó la Convención de La Haya en relación con los casos de sustracción internacional de menores.
“El Convenio de La Haya fue diseñado para evitar este mismo resultado. Ningún padre debería tener que ver cómo su hijo se aleja no por una determinación judicial de custodia, sino porque la ley no protegió el vínculo paternofilial de los efectos corrosivos de alineación”.
Además, advierte sobre el uso indebido de ciertas excepciones legales por parte de progenitores que retienen ilegalmente a menores.
“Los padres abandonados se enfrentan cada vez más a una táctica preocupante: los padres sustractores residentes en Estados Unidos utilizan la excepción del menor maduro y lo bien asentado como arma para justificar la sustracción de menores (…) Por esta razón, María Elena Swett Urquieta solicita respetuosamente a este Tribunal que revise el fallo y evite que esta excepción siga utilizándose indebidamente para justificar las sustracciones parentales”.
La Corte Suprema fijó para el próximo 26 de junio la revisión de este recurso. Si es aceptado, Swett podrá continuar su lucha. Si no, se agotan todas las instancias judiciales disponibles.
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