Hace unos días el actor Rodrigo Muñoz (57) contó en una entrevista que está dándose una nueva oportunidad en el amor. "En mi vida en general, de repente, me encuentro con alguien y me cambia el rumbo. Así conocí a la Claudia (Pérez)", comento el actor.
Esto luego del quiebre que tuvo con la también actriz Claudia Pérez, con quien estuvo 32 años.
Sobre su nueva relación, dijo que "conocí a mi polola hace dos meses, y vamos a vivir juntos. Mi vida es así, no me pongo ninguna traba de nada. En mi caso ha sido bueno, me ha permitido ser flexible, surfear la vida (...) No me echo a morir por nada".
Ahora, en conversación con Las Últimas Noticias, dio detalles sobre la nueva mujer que le robó el corazón y a quien conoció a través de Instagram. Asimismo, también comentó cómo estuvo emocionalmente tras el fin de su relación con Pérez.
"Yo quedé súper mal, me llamaban todos mis amigos, fue un momento de dolor profundo y dentro de este dolor, de repende, apareció una luz", comenzó diciendo, haciendo alusión a su nueva relación.
"Las separaciones siempre son complicadas, son dolorosas. Habíamos hecho carrera juntos, obras de teatro, cine, programas de televisión. Para mí fue un golpe durísimo. No me lo esperaba, se fue dando de a poco y no me di cuenta", declaró.
De hecho, Rodrigo indicó que estaba "tan desesperado que me encomendé a San Expedito, porque no sabía qué hacer, estaba perdido en la vida, pasé tres días acostado sin comer ni tomar agua, estaba mal", lamentó.
Y añadió: "Fui al psicólogo, al psiquiatra, mis amigos me iban a ayudar, estaba todos asustados, porque yo estaba como zombie".
La nueva relación de Rodrigo Muñoz con mujer 20 años menor
Fue a través de Instagram que Rodrigo y su nueva pareja, Cecilia Warner (37), establecieron el primer contacto, ya que la mamá de su ahora pareja era fanática de sus personajes. "Nos conocimos y empezamos a conversar y no nos separamos más", dijo a LUN.
Al mismo medio además detalló cómo fue que se vieron por primera vez con quien ahora es su polola -20 años menor que él-. "Nos juntamos en Providencia, la invité a un restaurante y me dijo que no, que prefería tomarse un café en una Copec. Eso me encantó, me dijo: 'no quiero un restaurante, quiero un café y que nos conozcamos'. Terminamos sentados en una cuneta (...) y me enamoré".
"Me embalé de su cariño, de su trato. Yo tuve un súper buen matrimonio, era feliz en mi matrimonio, pero cuando se quebró y vi que no había ninguna posibilidad, quedé devastado. De repente llega esta niña amable, cariñosa, a la que además le gusto y a la que le gusta que yo sea gracioso", concluyó.