Por qué importa. El resultado exhibido por la oficina de arquitectura y urbanismo Atisba categorizó un fenómeno que causó conmoción el 16 de julio del año pasado, tras la denominada masacre de Lampa.

  • Ese día, una fiesta en la comuna de Lampa, al norte de Santiago, terminó con cinco muertos en un enfrentamiento a tiros ocurrido entre miembros del ‘Tren de Aragua’ y de otra organización criminal autodenominada ‘Antitrenes’.
  • El estudio atribuyó este caso a la expansión de bandas criminales hacia la periferia de Santiago, fenómeno que causó un 15% de los homicidios registrados el año pasado en el extrarradio de la capital.

Qué dice el estudio. El estudio de Atisba, dirigido por el arquitecto y urbanista Iván Poduje, analizó 556 homicidios perpetrados en 2024 en el Gran Santiago.

  • Los desagregaron en los 342 cuadrantes usados por Carabineros para analizar los fenómenos delictuales en el Sistema Táctico Operativo Especial (Stop) y luego los cruzaron con datos censales, de manera de obtener la población por cuadrante.
  • Esto les permitió identificar focos críticos que concentraron el 37% de los homicidios en Santiago el año pasado, pese a que allí vive un 13% de su población. En la Región Metropolitana viven más de siete millones de personas.
  • Con esta información establecieron tres patrones para explicar la distribución de homicidios: segregación urbana, caracterizada por la aislación de áreas densamente pobladas y que sería responsable de un 56% de estos. La aglomeración comercial, que explicaría un 27%, y la expansión a zonas rurales o “colonización criminal”, a la que atribuyeron el 15%. El 2% restante correspondería a otras variables.

“Colonización criminal”. “El año 2023 las 18 comunas que forman el anillo rural de Santiago tuvieron 69 homicidios correspondientes al 12% del total. En 2024 este porcentaje subió a 15%”, dijo el estudio.

  • “Las mayores alzas se producen en Talagante, El Monte y Peñaflor, que corresponden al corredor Maipú-Melipilla”.
  • Respecto de los motivos de este fenómeno concluyeron que “en las zonas rurales se combinan clanes chilenos que disputan ciudades intermedias, como Talagante, Peñaflor o Melipilla, con bandas internacionales que aprovechan la poca presencia policial de las zonas rurales”.

Segregación urbana. Los focos críticos identificados en esta categoría fueron liderados por el sector General Arriagada de La Pintana y La Florida, donde hubo 29 homicidios el año pasado; Vespucio Sur de las comunas de La Cisterna, El Bosque y San Ramón, con 10 de estos crímenes y El Castillo- El Molino de La Pintana y Puente Alto, con 13.

Propuestas. Frente al fenómeno delictual, el estudio propuso a las autoridades siete medidas:

Policía Municipal, modelo París. “La violencia de comerciantes ilegales o narcotraficantes anula las escasas atribuciones que tienen los equipos municipales de seguridad ciudadana. Es necesario ampliarlas, incluyendo entrenamiento, equipamiento y armas no letales. Un modelo a seguir es el de la policía municipal de París”.

Reforzar programas mixtos. “Los patrullajes mixtos entre inspectores municipales y Carabineros son una buena idea, pero se usan poco, ya que las rondas suelen ser usadas para repartir partes o notificaciones. Esa función debe ser tercerizada ahora, dejando los patrullajes con función exclusiva de prevención”.

Control de acceso en espacios públicos. “El cierre de la Plaza Tirso de Molina (en Recoleta) evitó que este lugar siguiera siendo usado como un gigantesco mercado de productos ilegales y tráfico de drogas. Esta misma estrategia debe ocuparse con los parques Almagro, de los Reyes o las plazas Yungay y Brasil. El cierre físico debe ir acompañado de una mayor dotación de cámaras y rondas de inspectores y carabineros”.

Cortar cadenas de bodegaje y distribución. “Es necesario cortar la cadena de bodegaje y distribución de productos (ilegales). Lo mismo aplica en las zonas segregadas”.

Inteligencia predial. “La inteligencia predial busca conocer a los propietarios de todos los inmuebles que son usados para las actividades ilícitas, contando con atribuciones para multarlos o expropiarlos. Un ejemplo son las casas tomadas” y las compradas por bandas criminales.

Demolición y reconversión de edificios. “En los bloques de vivienda social que concentran el problema de barrios segregados como Parinacota (en Quilicura), San Luis (en Lampa) o Los Quiyalles (en La Florida) el camino es la expropiación, demolición y reconversión del sitio eriazo con viviendas menos hacinadas (…). En las torres la demolición es inviable, pero sus propietarios pueden ser multados, con aplicación al impuesto territorial, o expropiados”.

Inversión en deporte. “Es necesario un despliegue de inversión pública que evite la captura de niños y jóvenes” por bandas criminales.

Publicidad