“Vamos a ver la posibilidad de levantarla otra vez”. Mario Enrique Ross Conteras —sacerdote diocesano, 61 años y el tercero de 10 hermanos de una familia católica de La Araucanía—, relata la destrucción de la capilla de Bayo Toro en la comuna de Victoria, templo que se convirtió en uno de los blancos del grupo radical Resistencia Mapuche Malleco (RMM), que el jueves se atribuyó también la quema de una propiedad de la familia del convencional DC Fuad Chahín en la región. La agrupación es indagada además por los cortes de ruta simultáneos ocurridos el lunes por la noche en La Araucanía.

“Soy de acá de la zona, de la Novena Región, soy nacido y criado en Temuco, tengo 30 años de curita ya”, dice al teléfono a Ex-Ante.

¿Cómo se enteró de la quema de la capilla?

Yo tengo residencia aquí en la parroquia de Curacautín, pero también asistimos la parroquia de Selva Oscura (al noroeste) y dentro de las comunidades que tiene Selva Oscura está esta comunidad que se llama Bayo Toro, que lleva el nombre de Santa Teresa y que por la mañana (del jueves) me comunicaron vía WhatsApp que alrededor de las 12 de la noche habían quemado su capilla.

¿Qué hizo cuando recibió la noticia?

Me dirigí inmediatamente hacia la capilla, hacia Selva Oscura, y ahí pude constatar todos los hechos que ocurrieron; la destrucción total de la capillita de Bayo Toro. Era una capilla de material ligero, yo hace unos meses que estoy asistiendo esa capilla (….), el mes anterior fui a celebrar misa ahí y ahora ya me encuentro con esta situación que pude constatar por la mañana, e hice la denuncia correspondiente.

¿Cuál fue su reacción al ver la capilla en el suelo?

Sentí una pena tremenda y la impotencia de los fieles, del encargado de la capilla y del animador y de su gente (…), la mayoría (de los fieles) son gente mapuche (…). Son gente sencilla, humilde, se dedican a la agricultura, más que a otra cosa. Son mayores (…). Es una impotencia y una pena.

¿Cómo explica el ataque? ¿Habían recibido amenazas?

No, para nada. No.

En uno de los cercos se encontró colgando un lienzo firmado RMM, las siglas del grupo radical Resistencia Mapuche Malleco…

Estaba (el lienzo) en mapudungun, pero yo no lo manejo.

¿Cuál es su posición sobre los grupos radicales armados que operan en la zona?

Puedo decir que es una pena, solamente, y tomar las palabras de nuestro maestro Jesús y decir: ‘perdónalos, porque no saben lo que hacen’, nada más. Y que vamos a ver la posibilidad de levantarla otra vez (la capilla), ése es nuestro ánimo.

Este atentado está lejos de ser aislado; desde 2015 se han quemado al menos 15 templos evangélicos en la zona, sin contar los católicos. ¿Qué opina de que los lugares de culto sean un blanco?

Es muy malo, porque no le hacen daño a nadie, todo lo contrario, es para ayudar a la gente a caminar, digamos, por el camino de nuestro maestro, que es Jesús (…). Me da pena, no más, me da desazón.

La capilla fue quemada durante el estado de emergencia que permite al Ejército resguardar las rutas principales de la región. ¿Estaba cerca de alguna?

Estaba al interior de la comunidad. No, es muy difícil llegar, porque el acceso es malo.

¿Debiera entregarse mayor protección a los templos religiosos?

De eso realmente no podría opinar, porque eso no lo manejo yo, yo sólo hago la gestión para atender religiosamente a la capilla (…). Siempre es bueno que haya más protección, pero uno sabe que es complicado igual. Es un tema complejo, muy complejo, que nos causa dolor; son los más pequeños los que pagan.

¿Qué opina del despliegue militar por el estado de emergencia?

Eso ya es una cosa del Estado, pero yo no puedo opinar, porque lo que uno hace lo hace para un bien y ojalá que la cosa cambie, pero nada más que eso.

¿Están atemorizados en su comunidad?

Estuve con el encargado, con el animador, que le llamamos, y con algunos feligreses, conversando y dialogando y dándonos fuerzas y tratando de acompañarnos en todo esto. Sabemos que frente a esta situación tan compleja sólo nos queda rezar y poner harto empeño para que, si Dios quiere, hacer de nuevo alguna capilla.

¿Y usted, siente temor después de lo ocurrido?

Uno sabe que a veces se expone, pero uno ya sabe que es parte de la vida nuestra, no es ninguna novedad (…). Sabemos que de repente surgen estas situaciones, pero igual se va a seguir viviendo, pero no bajo algún miedo.

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