El anuncio de Washington. La administración de Estados Unidos liderada por Donald Trump informó que aplicará un arancel del 10% a las importaciones de madera y derivados, justificándolo en criterios de “seguridad nacional”.
- La medida se implementará desde el 14 de octubre y tendrá alcance global, afectando por igual a la mayoría de los países exportadores. No está dirigida específicamente contra Chile, pero impactará de lleno en una de sus principales industrias de exportación.
- La decisión forma parte de la estrategia arancelaria de la Casa Blanca bajo la Sección 232, que ha sido utilizada anteriormente para justificar recargos en sectores considerados estratégicos. Esta sección era la misma que se utilizó para imponer aranceles al cobre, en los que los cátodos de Chile quedaron finalmente excluidos.
- En este caso, el gobierno estadounidense sostuvo que el abastecimiento de madera es un insumo crítico para la construcción y la cadena industrial.
El peso de la madera chilena. Según cifras de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), las exportaciones de la industria forestal chilena alcanzaron en 2024 los US$5.896 millones.
- El principal destino fue China, con una participación de 40,5%. En segundo lugar se ubicó Estados Unidos, con un 18,4%, seguido de Corea del Sur (5%), México (4,7%) y Japón (3,9%).
- Dentro de los envíos a Estados Unidos, un 7% correspondió a madera y sus derivados, lo que en 2024 se tradujo en US$1.085 millones.
- De ese monto, la medida arancelaria cubrirá el 97,9% de las exportaciones forestales chilenas a ese país, equivalentes a US$1.063 millones.
Negociaciones en marcha. Desde la Subrei explicaron que la medida “se implementará desde el 14 de octubre y afectará a la gran mayoría de los países exportadores de madera a ese país, no es una medida dirigida contra Chile”.
- La entidad agregó que se mantiene un canal abierto de diálogo con la Oficina del Representante Comercial y el Departamento de Comercio de Estados Unidos, “con el objetivo de obtener las mejores condiciones para los productos chilenos, de acuerdo con la hoja de ruta conjunta definida en abril pasado por las respectivas autoridades comerciales de ambos países”.
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Corma: preocupación por las pymes. La Corporación Chilena de la Madera (Corma), que agrupa a las empresas productoras de madera, manifestó su “preocupación” por el impacto que esta medida generará en el sector.
- El gremio advirtió que el efecto no será homogéneo y que las pequeñas y medianas empresas serán las más golpeadas. “Estos aranceles se suman a un escenario complejo. En los últimos cinco años han cerrado 169 aserraderos formales, lo que evidencia la vulnerabilidad que enfrentan nuestras pymes”, señaló el gremio.
- Corma sostuvo además que los envíos chilenos representan un volumen pequeño para Estados Unidos, por lo que no afectan su abastecimiento interno. “Los productos que Chile exporta son complementarios a los que produce Estados Unidos, no generan competencia desleal y provienen de bosques manejados de manera sustentable, cumpliendo con los más altos estándares ambientales”.
- El gremio aprovechó el contexto para emplazar al país a dar al sector forestal una mirada estratégica similar a la de Estados Unidos. “Además del crecimiento económico y la generación de empleo, esta actividad es clave para la transición hacia una bioeconomía baja en carbono”, plantearon.
CMPC y Arauco: sin pérdida de competitividad. Ambas compañías del sector forestal tienen plantas en Estados Unidos.
- CMPC no exporta madera aserrada a Estados Unidos, por lo que el efecto directo es limitado. La compañía además cuenta con una planta en Kentucky, lo que le permite producir localmente y reducir la exposición a los aranceles.
- En el caso de Arauco, la estrategia de internacionalización ha permitido que gran parte de su producción destinada al mercado estadounidense se fabrique dentro del país. Actualmente, Arauco es el número uno de la industria en EE.UU., con cinco plantas y cerca de 1.300 trabajadores.
- Ambas empresas enfrentarán además un arancel parejo con sus competidores, lo que no genera una pérdida de competitividad frente a rivales internacionales.
- El problema, tal como señala Corma, se da en los pequeños y medianos productores que enfrentarán una mayor competencia interna.
Lo que viene. La discusión ahora se traslada al terreno diplomático. La Subrei seguirá negociando con Estados Unidos en busca de condiciones que permitan aliviar el golpe a los exportadores chilenos. Ya lo logró con el cobre.
- El desafío para las pequeñas y medianas empresas será sostener márgenes más estrechos. Corma advierte que existe riesgo de nuevas quiebras de aserraderos por lo que llama a reforzar políticas de reforestación y nuevos usos de la madera en construcción y biomateriales.