Qué observar: La decisión está tomada. La reforma tributaria, que es uno de los temas clave del nuevo gobierno no llegará al Congreso como un solo paquete: primero se avanzará en establecer mayores impuestos a rentas personales y reducir la evasión. En una segunda etapa vendrían los cambios más duros, que podrían afectar a las empresas y sectores económicos.

  • Durante la campaña, Gabriel Boric propuso elevar la recaudación fiscal en 5% del PIB durante su gobierno para llegar al 8% en 8 años, a través de la eliminación de exenciones, reducción de la evasión, nuevos impuestos al patrimonio y emisiones contaminantes. También entrarían en el paquete nuevos royalties a la gran minería y la desintegración total del sistema, entre otros.
  • El desafío de Mario Marcel es llegar en los próximos meses al Congreso con una primera fase de la reforma que asegure una mayor recaudación, pero que no afecte al crecimiento, ni la recuperación postpademia.
  • En su arribo al Congreso, Marcel trabajará en conjunto con el Ministerio Secretario General de la Presidencia (Segpres) Giorgio Jackson. Esa cartera tiene la misión de llevar las relaciones con el poder Legislativo, algo clave para esta administración que no tiene mayoría en el Congreso. En los últimos días la relación se ha visto trizada producto del unicameralismo.
  • Otro de los objetivos de Marcel es recuperar la confianza del mercado y a su vez avanzar en recuperar la fortaleza que -hasta antes de los tres retiros de fondos de pensiones- tenía el mercado de capitales chileno, uno de los más profundos de América Latina y que permitía, por ejemplo, créditos hipotecarios más baratos.
  • Economistas consultados por Ex-Ante añadieron que en la mirada tributaria también se está considerando la caída de la inversión en Chile.
  • “Son reformas muy importantes que van en el sentido del desarrollo de un Estado de bienestar, con derechos universales. Por eso el programa de Gobierno contempla una reforma tributaria bastante ambiciosa. Las metas de recaudación que se han planteado de 5% del PIB en cuatro o cinco años es más que la suma de las dos grandes reformas que hemos tenido en democracia”, sostuvo el expresidente del Banco Central en entrevista con el diario El País, a fines de febrero.

Las dos fases: Fuentes del nuevo gobierno sostienen que la decisión de dividir la reforma tributaria tiene también una cuota de realismo y pragmatismo importante: dada la composición del Congreso, las medidas propuestas generarían un mayor consenso entre los parlamentarios.

  • La fase 1 consideraría especialmente focalizarse en mayor fiscalización y disminución de la evasión y elusión. Aquí entrarían los impuestos a las personas de mayores ingresos. Los primeros “aprontes” al respecto indicarían que además que se trataría de un motor de recaudación.
  • Ello implicaría fortalecer al Servicio de Impuestos Internos (SII), elevando sus atribuciones para fiscalizar. También estaría en carpeta robustecer a Aduanas y perfeccionar las normas antievasión.
  • La fase 2 se iniciaría en el mediano plazo. Allí estarían considerados los cambios estructurales y varias modificaciones tributarias, especialmente relacionadas con la economía verde.
  • Esa es quizá la fase más difícil. La futura oposición sostiene que el crecimiento de la economía, un aumento de la productividad y una adecuada fiscalización bastarían para mejorar la recaudación.
  • El fantasma de la reforma tributaria del 2014 ha estado presente en la discusión, dicen fuentes conocedoras del debate interno. Ese año, el entonces ministro de Hacienda, Alberto Arena llegó al Congreso con un “paquetazo” tributario que complicó al gobierno de Michelle Bachelet y terminó por complejizar las relaciones con el sector privado, además de tensionar a la coalición gobernante.

El equipo: Con Marcel están trabajando en la reforma la subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza; el coordinador tributario Diego Riquelme; el economista Nicolás Bohme y los abogados tributaristas José Alvarado y Sergio Enríquez.

  • En sus cálculos, Marcel también está revisando –“al detalle”, aseguran fuentes- las verdaderas holguras fiscales que tendrá el nuevo gobierno. El actual equipo de Hacienda las estimó en US$ 30 mil millones entre el 2023 y 2026.

La guerra: La incertidumbre generada por la invasión de Rusia a Ucrania -que ya se encamina a su tercera semana- ha generado un nuevo escenario para el gobierno entrante. El petróleo, que Chile importa en su totalidad está en sus valores más altos de los últimos ocho años; también están al alza el trigo y otras materias primas como el cobre, cuyo buen precio incrementaría las arcas fiscales.

  • Pero la guerra ha generado un encarecimiento de la energía y las materias primas, que está empujando al alza la inflación en Chile y el mundo entero. Este miércoles  la agencia de calificación de riesgos Moody’s sostuvo que los mayores precios y el alza de tasa serán dos protagonistas indiscutibles de las economías de América Latina este año. Además, la eurozona, que compra un 15% de las exportaciones chilenas será muy afectada según Moody’s.
  • A eso se suma que las normas propuestas por la Convención -de aprobarse- requerirán nuevas necesidades de financiamiento.
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