“Queremos acordar en conjunto con ustedes el nuevo contrato social”, afirmó el candidato FA-PC Gabriel Boric, quien llenó su discurso de señales de calma a los actores económicos, meta relevante en su diseño de moderarse para ampliar su electorado: por primera vez escaló a abrirse a consensuar sus reformas con el empresariado (antes, solo mencionaba en general que estaba disponible a introducir cambios). Así buscó afrontar la inquietud que generan en inversionistas varias medidas redistributivas de su programa.

Acercamiento con el empresariado: Era el primer cara a cara de Boric con el empresariado: antes, habían sido sus equipos quienes habían interactuado con gremios (Diego Pardow y Javiera Martínez expusieron en Sofofa) y agentes financieros (ante ellos intervino Nicolás Grau), y Boric debió suspender una reunión con la CPC, por su  covid-19. Buscó acercamientos, pero marcando sus diferencias.

  • “Hoy vengo a escuchar sus ideas y tender puentes (…) Esta es una instancia no solo para que ustedes sepan lo que nos planteamos, sino para que se formen lazos y derriben caricaturas”.
  • Recordó la intervención del entonces ministro del Interior de Piñera, Andrés Chadwick, en Enade 2018, en la que indicó que el Gobierno no estimaba avanzar en el proyecto de Nueva Constitución de Bachelet.
  • “Entonces, Chadwick sacó grandes aplausos. Yo hoy no espero que me aplaudan. Soy consciente de que lo que vengo a decir, y lo que represento, quizás no satisfaga sus preferencias políticas. Lo que espero es que sepan ver la diferencia entre las caricaturas que arman quienes nunca quieren cambiar nada, y un programa de Gobierno serio, responsable, abierto al diálogo, como el nuestro”.

Releva rol de las empresas: “Yo tengo muy claro que los empresarios en Chile son tremendamente necesarios”, afirmó en esa línea, expresando varias veces que la idea de su programa, en el que el Estado tiene un rol incrementado al tener un relevante papel en la transformación productiva verde, era orientar y apoyar a privados en esos desafíos.

  • “El Estado no puede hacerlo solo. ¡Viva la colaboración público-privada! Necesitamos de la capacidad de innovación y dinamismo del sector privado”.
  • “El Estado puede jugar un rol de articulación, no de suplantación, entre los actores del mundo privado, las comunidades, para que vayamos avanzando a este nuevo modelo”.

“Negociar cambios en conjunto” y “dar certezas”: Recogió el llamado al diálogo que realizaron los líderes empresariales, abriéndoles espacio para concordar con ellos sus reformas: antes, había indicado en debates que estaba disponible a modificar propuestas (No+AFP, fin a isapres, jornada de 40 horas, sueldo mínimo de $500 mil, entre las principales), pero sin identificar contrapartes negociadoras.

  • “Quiero partir reconociendo la apertura que tuvo hoy Juan Sutil (presidente de la CPC), y otros líderes empresariales, como Lorenzo Gazmuri, a la autocrítica, y a pensar y a negociar cambios en conjunto”.
  • “Queremos ser un gobierno dialogante, que construya bases sociales sólidas, para que crezcan mejores y más empresas. Y también formar una institucionalidad estatal moderna, eficiente, que no trabe el desarrollo, sino que lo potencie. Queremos acordar, en conjunto con ustedes, y con quienes no están en esta sala, un nuevo contrato social”, dijo.
  • Una señal de lo anterior ya la dio al acotar fuertemente su propuesta de 50% de trabajadores en directorios de empresas.
  • Y buscó brindar tranquilidad sobre la forma en que avanzarán sus reformas. “Aspiro a hacer un buen gobierno. Eso significa dar certezas. Cuando la política económica es impredecible y abundan las arbitrariedades, los inversionistas carecen de la certidumbre necesaria. Entonces, el pesimismo se vuelve la regla general, los inversionistas migran sus capitales, y la economía se estanca”.
  • Concluyendo, comprometió “grandes cambios”, pero hechos “paso a paso y con mucho mucho diálogo”, en forma predecible y gradual, manifestando tener claro que “nuestro país no se refunda todos los días”.

Recados al empresariado: De todos modos, Boric les recalcó que todo ello no implica mantener un statu quo. “No es posible una vuelta al día antes del 18-O”, haciendo ver que el estallido social se produjo “de tanto estirar el elástico” ante las incertidumbres de la población en educación, salud, vida familiar y pensiones. Y deslizó que con su agenda, la estabilidad del país será algo futuro más que inmediato (debate que ya se había gatillado por los polémicos dichos de Depolo).

  • “Nuestro plan de gobierno es un cambio profundo en que el grueso de la población acceda de forma progresiva a un conjunto de derechos sociales universales, y demos un salto en conjunto a un desarrollo sostenible, haciéndonos cargo de nuestro estancamiento productivo”.
  • “Mantener en la misma trayectoria que llevamos nos aleja de la cohesión social. La estabilidad futura muchas veces requiere de un cambio en el presente, porque no hay crecimiento posible sin cohesión social. La estabilidad solo es real y duradera cuando está construida sobre la base de una red de seguridad social robusta”.

Contrastes con Kast: Seguido a ello, les expresó que por lo mismo, era su propuesta la que podía brindar orden al país al realizar los cambios demandados el 18-O: aunque no lo explicitó, apuntó a que la de Kast no lo haría. El candidato republicano ha crecido instalando la demanda de orden en la agenda, pero en materia económica su propuesta de bajar impuestos y apostar al crecimiento para cumplir las demandas también deja dudas en el empresariado. “El programa de Boric es voluntarista, y la propuesta impositiva de Kast no es realista”, dijo Lorenzo Gazmuri, presidente de Icare.

  • “Somos nosotros quienes mejor, con reformas graduales, podemos asegurar la gobernabilidad y el orden que tanto requiere nuestro país. No las promesas fáciles”, afirmó Boric.
  • “No hay atajos para financiar esta indispensable expansión de derechos sociales en el tiempo. Tampoco hay milagros. Se requiere más desarrollo productivo, mayor y mejor recaudación fiscal. No basta con crecer, y tampoco solo con equidad tributaria. Se requieren ambas cosas a la vez”
  • También cuestionó a Kast en materia medioambiental: “La crisis climática es una realidad, aunque algunos candidatos la relativicen o minimicen su existencia”.

Reforma tributaria y transformación productiva verde: Programáticamente, se centró en esos 2 ejes, de interés para el empresariado, por el aumento de impuestos (de 8,5% del PIB en 8 años) y la estrategia para orientar a los privados en determinadas inversiones, verdes y que apunten a la innovación, con creación de empresas estatales y una Banca del Desarrollo que dé financiamiento.

  • “Los de más altos ingresos en Chile deben pagar más impuestos. El problema de nuestro sistema está dado por lo poco que tributan las personas que tienen ingresos de capital relevantes”, indicó, sobre su reforma que incluye impuesto a súper ricos, fin a exenciones y reducir evasión.
  • “Nuestro país necesita crecer, pero de una forma distinta a como lo hizo en el pasado. Vamos a ser un gobierno ecologista”. Propuso fijar como meta “ser una potencia mundial en energías limpias”, siguiendo el ejemplo de Noruega en los 60’ con hidrocarburos.
  • Afirmó que parte de la reforma tributaria está destinada a “apoyar este salto productivo”, con ciertas condiciones: “Grandes transformaciones productivas requieren gran movilización de recursos financieros. Esto va a ocurrir con proyectos que son riesgosos, y que tienen retornos de largo plazo. Vamos a necesitar un financiamiento paciente, que se asigne siguiendo los objetivos estratégicos que en conjunto establezcamos como país”.
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