-¿Tiene razones para celebrar el Presidente Boric o es una victoria pírrica?

-No tiene razones el Gobierno ni el Presidente para celebrar. A lo más, respirar aliviado porque no fue humillado con la aprobación del texto de Republicanos-Chile Vamos. Porque las derrotas del 4-S y del 7-M ya le habían hecho perder la posibilidad de una nueva Constitución que le fuera mínimamente satisfactoria. Esa era una de las dos cartas claves para que su período presidencial fuera históricamente relevante. Sólo le queda la reforma previsional

-¿Es un golpe duro para Republicanos y José Antonio Kast?

-Kast y su partido son los más afectados por el resultado, porque si lograba darlo vuelta le entraba viento de cola y se hacía imparable. Fue él el que decidió en medio del proceso que le convenía tener al Presidente Boric y al Frente Amplio al frente, porque su objetivo era hacerse hegemónico en la derecha. Ahora se le culpará de haber bloqueado la posibilidad de acuerdo y, además, de no haber conseguido alinear a todos los suyos

-¿Chile Vamos es otro perdedor, porque es uno de los responsables de no haber logrado acuerdos más amplios?

-Chile Vamos es responsable de haberse dejado llevar demasiado fácilmente por el maximalismo Republicano, pero tampoco tenía los votos ni la fuerza en el Consejo para actuar de otra manera.

-¿Estos resultados pueden darle un impulso a Michelle Bachelet? ¿Quiénes son los ganadores?

-No creo que Bachelet haya incidido. Tampoco creo que haya liderazgos beneficiados. Quizás Carolina Leitao y Francisco Vidal, que fueron los voceros más activos. Este plebiscito dejará muy pocas trazas, sus efectos durarán a lo más un par de semanas. Por lo demás no creo que Bachelet repita el error de Lagos, que es ser candidato sin tener la unanimidad de su sector

-Gabriel Boric dijo: “La soberanía popular ha expresado de manera clara su voluntad y la mayoría ha votado en contra. Con esto quiero ser claro, durante nuestro mandato se cierra el proceso constitucional. Las urgencias son otras”.  ¿Es una lectura adecuada?

-El Presidente Boric leyó bien el resultado y la situación política.

-La Constitución vigente, con la firma de Lagos, se mantiene, pero con un menor quórum, de 4/7, para hacer cambios. ¿Habrá mayorías para reformas o para incluir cosas de la propuesta republicana?

-La diferencia entre 3/5 y 4/7 es de un senador (29 en vez de 30) y 4 diputados (89 en lugar de 93). Nadie tiene 4/7. Sólo va a haber reformas que involucren a la centroderecha y centroizquierda; puede ocurrir con algunos elementos unánimes de la propuesta del Consejo y con algunos de la Comisión de Expertos.

Quizás en 2026, si se mantienen en la pole position Evelyn Matthei y José Antonio Kast, Chile Vamos y Republicanos podrían tener ese quorum. Pero es probable que compitan en segunda vuelta y no formen un frente político común, y que se produzca una reingeniería del sistema político chileno con esa competencia.

-Boric también reconoció que “el proceso constituyente estaba destinado a traer esperanza y finalmente ha generado frustración y hasta hastío en una parte relevante de la ciudadanía y eso no podemos ignorarlo”. Frente al descontento con la clase política, ¿puede aparecer un liderazgo populista o autoritario?

-No es fácil la emergencia de liderazgos en Chile. No creo que en estas presidenciales ocurra. En el futuro podría ser si seguimos con esta democracia bloqueada

-Sebastián Piñera dijo: “tengamos la posibilidad de tener por fin una constitución aprobada en plena democracia”. Bachelet apeló a que prefería lo malo a lo pésimo y Frei aseguró que la nueva propuesta generaba estabilidad. ¿Fueron desafortunados estos intentos de incidir en el resultado?

-Las intervenciones de los líderes políticos, incluido Piñera, Bachelet y los demás, fueron irrelevantes. Sólo era posible una nueva Constitución como fruto de un acuerdo que comprometiera a los actores principales de gobierno y oposición (de Kast a Boric). De lo contrario, cómo ocurrió, el rechazo estaba garantizado al sumarle la izquierda al rechazismo de base a lo que viniera del sistema político. Lo mismo habría pasado si hubieran estado todos, salvo Kast.

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