En Estados Unidos, el consumo de heroína ha aumentado en los últimos años, tanto que hoy se habla que existe una verdadera epidemia. El Centro de Control y Prevención  de enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de EE.UU. asegura que el incremento más significativo se produjo en los grupos demográficos con tasas históricamente bajas de consumo de esta sustancia: Mujeres y personas provenientes de sectores más acomodados de la sociedad.

Desde el CDC, que es el principal instituto nacional de salud pública de los Estados Unidos, señalan que en la actualidad, esta situación afecta de igual forma tanto a hombres como a mujeres; y a personas de diferentes tipos de ingresos económicos, no como ocurría en décadas pasadas, cuando las drogas y la adicción eran relacionadas a sectores marginales de la sociedad estadounidense.

Las muertes por sobredosis están directamente asociadas al incremento del uso de heroína y en los últimos 15 años casi se cuadruplicaron. Sólo en 2013 más de 8.200 personas murieron por esta razón. Desde la DEA explican que los efectos de una sobredosis de heroína son: Respiración lenta y poco profunda, labios y uñas azules, piel fría y húmeda, convulsiones, coma y posible muerte.

El rol de los Estados

Según el CDC, para combatir esta epidemia de consumo de heroína, los Estados, en primer lugar, deben abordar la adicción a los analgésicos opiáceos recetados, situación que es considerada como la principal causa de la adicción a la heroína.

Aumentar el acceso a servicios de tratamiento de abuso de sustancias, además de ampliar la información y el acceso a la naloxona, un antídoto contra la heroína que puede revertir los efectos de una sobredosis de opiáceos y se administra por vía nasal.

Sin embargo, las personas no sólo están consumiendo más heroína, sino que también están abusando de otro tipo de sustancias. Según el CDC, el 2014 fue el año en que más personas murieron de sobredosis y el mundo político se está haciendo cargo de esta realidad. Hoy es una prioridad de la Casa Blanca: “Esta crisis quita vidas. Destruye familias. Destroza comunidades por todo el país”, dijo en octubre el presidente Barack Obama.

 

Publicidad