AFP

Bélgica intentará pasar página de los atentados con la reapertura este domingo del aeropuerto de Bruselas, con tres vuelos simbólicos y bajo fuertes medidas de seguridad , aunque tardará meses en volver a ser plenamente operativo. 

La zona de salidas del aeropuerto quedó devastada por un doble atentado suicida el 22 de marzo. Una hora más tarde, un kamikaze se hizo estallar en una estación de metro. Estos atentados, cometidos casi cuatro meses después de los de París, por la misma red yihadista, dejaron 32 muertos y 340 heridos. 

La primera salida, un vuelo de la empresa belga Brussels Airlines con destino a Faro, en Portugal, está previsto a las 13H40 (11H40 GMT). Después están programados un vuelo a Atenas y otro a Turín (Italia). 

Estos vuelos "simbolizan la vuelta a la normalidad en nuestro aeropuerto", dijo el sábado su presidente, Arnaud Feist. El centro de transporte aéreo es un pulmón de la economía belga que genera 20.000 empleos en 260 empresas, señaló el directivo. 

A partir del lunes la actividad se irá ampliando para incluir también otras compañías aéreas, destinos más lejanos y también llegadas de aviones.  

Los atentados hicieron explotar los cristales, dañaron los pilares y derrumbaron el falso techo del edificio. 

Para paliar los daños se instalarán infraestructuras temporales como grandes tiendas de campaña blancas que permiten registrar a unos 800 pasajeros por hora, o sea un promedio de seis vuelos, un 20% de la capacidad habitual. 

 - Vacaciones de verano -

Según los medios, el aeropuerto podría volver a operar a un 40% de su capacidad en los meses de verano en Europa, pero no podrá recuperar su plena actividad antes de final de año. 

El Gobierno acordó el viernes instalar medidas adicionales de seguridad que exigían los policías para volver a abrir el aeropuerto. 

Para reforzar la seguridad, ya no se podrá llegar en automóvil hasta la zona de salidas temporal. Sólo los pasajeros con sus billetes de avión podrán ingresar a pie en esta área de salidas y se llevará a cabo un control de equipajes en la entrada.

Además, no se podrá ir en transporte colectivo al aeropuerto, sino únicamente en automóvil particular o taxi.

El cierre del aeropuerto a los vuelos de pasajeros (el transporte de mercancías se reanudó rápidamente), así como las reservas canceladas tras los atentados, hicieron bajar la actividad del sector turístico. En la región de Bruselas, el índice de ocupación de los hoteles se redujo a la mitad desde el 22 de marzo, según un organismo profesional.

Brussels Airlines estima pérdidas diarias de cinco millones de euros. 

El metro de la capital belga volvió a abrir rápidamente después de los atentados y las diferentes actividades volvieron a retomarse pese al incremento de policías y militares en las calles, que buscan posibles sospechosos de los atentados, especialmente al denominado "hombre del sombrero", que en las imágenes aparece con una maleta que fue abandonada llena de explosivos en el aeropuerto. 

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