La mayor central sindical de Argentina realizó este martesen Buenos Aires una masiva movilización de protesta contra la política económica del Gobierno de Mauricio Macri.

El debate y la tensión giró en torno a la posible convocatoria a una huelga nacional para finales de este mes o inicios de abril si el Ejecutivo no rectifica el rumbo.

"Vamos a ir a una medida de protesta para que el silencio ensordecedor de una medida de fuerza le haga ver al Gobierno", advirtió Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato que lidera la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera de Argentina.

Los dirigentes sindicales montaron un acto multitudinario a las puertas del Ministerio de Producción, en el centro de la capital porteña.

Participaron unas 300.000 personas, según los organizadores, en su mayoría trabajadores de sectores industriales y de servicios, docentes, estudiantes, militantes de organizaciones sociales y políticas, algunos de ellos ligados al kirchnerismo.

Los líderes sindicales advirtieron al Gobierno que no aceptarán que se les impongan límites a las alzas salariales que se negocian, ni flexibilizaciones en las normas laborales o intentos de dividir el movimiento obrero.

Además, responsabilizaron al Ejecutivo por la "absoluta falta de política de inversiones en actividades productivas", denunciaron que las "importaciones están liquidando la producción nacional" y advirtieron que se multiplican los despidos y suspensiones, que muchos pequeños y medianos productores no pueden cubrir sus costes y que por la inflación se hace cada vez más difícil llegar a final de mes para los asalariados.

"Esta CGT no va a permitir que nos quieran poner techo para las discusiones paritarias porque nosotros vamos a discutir en cada sector la posibilidad de recuperación del salario perdido", dijo en el acto Carlos Acuña, otro de los integrantes de la cúpula de la central obrera.

Acuña recordó que el año pasado los gremios aceptaron alzas salariales de entre el 25 y el 30 % a partir de una previsión oficial de la inflación del 24 % que, finalmente, terminó siendo de más del 40 %.

Paro general

Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, los líderes de la CGT, pronunciaron discursos críticos al Gobierno, pero la decisión de no fijar un día para la medida de fuerza enojó a parte de los asistentes, que al finalizar el acto les arrojaron botellas y los persiguieron hasta que se refugiaron en edificios cercanos.

"Paro general, paro general", exclamaron en varios momentos los manifestantes mientras los gremialistas subían el tono de voz y de los cuestionamientos a la política económica de Macri para contener el malestar.

"Vamos a ir a un paro nacional para hacerle ver al Gobierno el reclamo social de la mayoría de los argentinos", expresó Schmid, y junto a sus colegas dijo que la huelga se concretará "entre fines de marzo y principios de abril".

La movilización coincidió con la segunda jornada de huelga nacional decretada por los gremios de maestros, sin acuerdo en sus negociaciones salariales.

El Gobierno de Macri cuestionó la concentración al considerar que los indicadores económicos marcan una incipiente recuperación de la actividad económica y en la creación de empleo y liga la protesta de la CGT, de tradición peronista, con intereses políticos en un año que estará marcado por los comicios legislativos de octubre.

"Muchos dirigentes gremiales no están siendo lo más francos posibles sobre el rumbo económico del país, que va a ser de crecimiento este año", escribió el jefe de Gabinete, Marcos Peña en su cuenta de Twitter.

Este miércoles, en tanto, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se espera otra masiva manifestación para acompañar la huelga de mujeres convocada en más de 40 países. 

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