Varios cientos de centroamericanos de la caravana migrante intentaron este domingo cruzar la valla fronteriza que separa a México de Estados Unidos por el estado de Tijuana.

Pero agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras estadounidense recurrieron al uso de gases lacrimógenos para dispersar al grupo, en el que se hallaban mujeres y niños pequeños.

Videos que circulan en redes sociales muestran a una decena de personas corriendo hacia la cerca, así como nubes de gas lacrimógeno que se elevaban en el aire.

Este episodio eleva la tensión que vive la región, y en particular México, desde la llegada de miles de migrantes centroamericanos a principios de este mes, que aseguran huir de sus países por la violencia y la pobreza y quieren alcanzar suelo estadounidense.

Como resultado de los incidentes la policía municipal dijo en un comunicado que 39 personas están detenidas y serán deportadas "por causar disturbios, riñas, alterar el orden público y agredir a ciudadanos".

¿Cómo ocurrieron los hechos?

Al menos 500 migrantes, que se encontraban albergados en un refugio estatal cerca de la frontera, rompieron la valla de seguridad de la garita El Chaparral, a donde habían acudido para una manifestación pacífica para que se les permitiera cruzar.

El grupo comenzó a correr hacia el canal del río de Tijuana, muy cerca de la garita de San Ysidro, en la frontera.

Por esta razón Estados Unidos cerró el puente fronterizo San Ysidro, por el que pasan diariamente vehículos y peatones de Tijuana a San Diego.

Al llegar a la frontera, algunos integrantes del grupo comenzaron a trepar la valla, pero fueron dispersados por la patrulla fronteriza del lado estadounidense con gases lacrimógenos.

En algunos de los videos que circulan por redes sociales parecen escucharse disparos, aunque hasta el momento no hay reportes de personas heridas y BBC Mundo no pudo comprobar la veracidad de esos videos.

Los migrantes, en su mayoría procedentes de Honduras, se encuentran en Tijuana como parte de los miles de centroamericanos que han llegado a México en varias caravanas durante las últimas semanas.

Según sus testimonios, huyen de la persecución, la pobreza y la violencia en sus países de origen.

En un principio, su objetivo era llegar a Estados Unidos, pero el presidente Donald Trump ha reforzado su línea dura contra la inmigración -calificando estas caravanas de "invasión"- y está negociando con México para que se dificulte su paso a la primera potencia mundial.

"Serán deportados"

El secretario de gobernación de México, Alfonso Navarrete, aseguró al diario mexicano Milenio que los responsables de violar la ley serán deportados.

México teme que los incidentes de este domingo afecte la relación con sus vecinos.

El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, dijo en Twitter que no se permitirán acciones como esta, "fuera de la ley".

La policía municipal aseguró que varios de los migrantes han sido puestos a disposición de las autoridades para dar seguimiento a su proceso jurídico.

"Un trabajo y una vida mejor"

Al menos diez de los migrantes lograron cruzar la primera valla, según confirmó la corresponsal de BBC Mundo en México, Ana Gabriela Rojas.

Fue cuando trataron de cruzar una segunda pared con picos que los funcionarios del lado estadounidense comenzaron a lanzar gases lacrimógenos, informó la agencia AFP.

Un periodista de la agencia vio a los migrantes, entre ellos madres e hijos, tratando de protegerse del gas, y algunos gritaron que solo querían encontrar un trabajo y una vida mejor en los Estados Unidos.

Un periodista de la agencia estadounidense Associated Press (AP) dijo que había visto a padres huir con niños pequeños que se atragantaban.

La migrante hondureña Ana Zúñiga, de 23 años, trató de cruzar con su hija de tres años. Ella le dijo a AP: "Corrimos, pero cuando corres el humo te sofoca más".

Trump amenazó con cerrar toda la frontera entre Estados Unidos y México a principios de esta semana si se consideraba que Estados Unidos iba a "perder el control" de la situación.

También dijo que le había dado el visto bueno a las tropas en la frontera para usar la fuerza si fuera necesario, después de desplegar alrededor de 5.800 soldados en su frontera sur.

 

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