De un lado de la valla que separa Israel de la Franja de Gaza, miles de manifestantes palestinos. Del otro, las fuerzas armadas de Israel. Y entre los efectivos desplegados, cientos de francotiradores.

Las protestas a lo largo de la frontera derivaron este lunes en el mayor baño de sangre en Gaza en un solo día desde la guerra de 2014.

Más de 58 palestinos murieron a manos del ejército israelí y 1.350 resultaron heridos de bala, según las autoridades palestinas.

A escasos 40 kilómetros, en Jerusalén, miembros del gobierno israelí, entre ellos el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y representantes de Estados Unidos asistían a la inauguración de la nueva embajada estadounidense.

Este acto, motivo de celebración para Israel, fue uno de los desencadenantes de la protesta palestina.

Despliegue de francotiradores

Pero la tensión en la zona había ido en aumento desde que hace seis semanas comenzó la llamada Gran Marcha del Retorno, que concluyó el martes 15 de mayo, fecha en la que los israelíes celebran el nacimiento de su Estado y los palestinos conmemoran el día de la Nakba, el "desastre".

A finales de marzo -días antes del inicio de la marcha- el ejército israelí desplegó más de 100 francotiradores en diferentes localizaciones de la frontera, muchos de ellos procedentes de unidades especiales, y estableció un área de no acceso para los palestinos en la zona adyacente a la valla.

Este despliegue se incrementó en los últimos días, tanto en los límites con Gaza como con Cisjordania ante el incremento de las protestas.

Desde el inicio de la tensión, de acuerdo a declaraciones del jefe del estado mayor del ejército israelí, Gadi Eisenkot, las fuerzas de Israel contaban con la autorización de abrir fuego real para evitar que los palestinos cruzasen la valla fronteriza.

Y dentro de esa estrategia, el uso de francotiradores se convirtió en uno de los elementos más controversiales y mortíferos.

¿Normas para abrir fuego?

Pero, ¿qué reglas siguen estos efectivos a la hora de intervenir? Y ¿hasta qué punto cumplen con el derecho internacional?

"Lo que sabemos sobre esas normas lo conocemos a través de declaraciones públicas, entrevistas concedidas por generales y voceros del Ministerio de Defensa. Y también al observar lo que sucede sobre el terreno", explica en declaraciones a BBC Mundo Michael Sfar, abogado israelí especializado en derechos humanos.

"Y lo que sabemos es que bajo ciertas circunstancias, las normas para abrir fuego permiten atacar a civiles desarmados que no suponen un peligro inminente para la vida de otras personas. Permiten atacar a lo que el ejército denomina agitadores centrales o principales con munición real", agrega.

La organización a la que representa Sfar, Yesh Din, presentó este martes junto a otros grupos por la defensa de los derechos humanos una petición ante la Corte Suprema de Israel para que tome medidas condicionales contra estas prácticas del ejército.

De acuerdo con Sfar, la actuación de las fuerzas israelíes -entre ellas la de los francotiradores- viola el derecho internacional.

"El derecho internacional permite poner en riesgo la vida humana solo para proteger la vida humana. Y no por cualquier otra razón. Por desgracia, en este conflicto, el ejército permite a sus francotiradores disparar cuando los manifestantes ponen en peligro no solo la vida sino también la valla", asegura el experto.

La justificación del ejército israelí

El ejército israelí, en cambio, defiende sus acciones de forma contundente.

El argumento de fondo es que las protestas fueron organizadas por Hamas, un grupo considerado terrorista por Israel, y por tanto la movilización se trató de un acto terrorista.

"Los disturbios no fueron organizados por académicos. Fueron organizados por una organización terrorista reconocida internacionalmente, que es Hamas", dijo en el programa de radio Today de la BBC el general Jonathan Conricus, vocero internacional de las fuerzas armadas israelíes.

"Quizá no lo cuenten a la BBC en inglés, pero en árabe, cuando le hablan a su propio pueblo, dejan muy claro de qué va toda esta farsa. Se trataba de marchar sobre Israel e invadir comunidades israelíes", respondió el general cuando la preguntaron por las razones que llevaron a los francotiradores israelíes a abrir fuego real contra los manifestantes palestinos.

Los francotiradores en el ejército israelí

En los días previos a los enfrentamientos del lunes, aviones militares israelíes lanzaron folletos sobre la Franja de Gaza para advertir a la población de las consecuencias que podría acarrear la participación en las protestas convocadas por Hamas.

"No se acerquen a la valla y no participen en el espectáculo de Hamas, que les pondrá en peligro", se podía leer en los avisos. Desde Gaza, muchos vieron estos mensajes como una forma de amenaza.

La presencia de francotiradores, específicamente entrenados para disparar contra objetivos a larga distancia, está extendida en el ejército de Israel, un país donde el servicio militar es obligatorio.

"Todas las fuerzas de infantería reciben entrenamiento para disparar con precisión, pero en cada unidad de nueve soldados hay dos que están entrenados de forma especial como francotiradores y tienen rifles especiales que pueden disparar a larga distancia y ser muy precisos. El resto de francotiradores están en unidades especiales cuya misión son operaciones contraterroristas", dice Dany Tirza, coronel en la reserva del ejército de Israel.

En conversación con BBC Mundo, este asesor en seguridad explica cuál es el modo de operar de estos efectivos.

"Estas unidades especiales, cuando se enfrentan a una gran manifestación y deben detenerla y las armas no letales no son suficiente, pueden utilizar esos rifles pero solo contra las piernas de las personas. Se tienen que asegurar de que no herirán a nadie más, a inocentes del otro lado o a su propia gente".

¿Qué fue diferente en estas protestas?

Sin embargo, los últimos incidentes en la Franja de Gaza muestran una forma de proceder que, al menos en algunos casos, fue diferente.

"Los francotiradores en la Franja de Gaza trabajan con sus comandantes muy cerca de ellos, de modo que el comandante puede ver exactamente lo mismo que ellos. Así pueden dar la orden de disparar o no disparar. Las órdenes vienen de un mando superior porque el objetivo pone en peligro a otros soldados o a alguna infraestructura del ejército israelí. O para evitar que cruce la valla y penetre en Israel. No queremos que los soldados entren en contacto cercano con los manifestantes", señala Tirza.

De acuerdo con Sfar, el uso de francotiradores frente a manifestantes por parte del ejército israelí no es nuevo y ya se puso en práctica en 2011 en la frontera libanesa en unos incidentes que dejaron 15 muertos.

Sin embargo, según el abogado, la justificación política de estas actuaciones en las últimas semanas fue diferente a ocasiones anteriores.

"Creo que es la primera vez que el ejército israelí y los líderes políticos israelíes alardean de ello de una forma tan abierta y aceptan que están disparando contra objetivos que no suponen un riesgo inmediato para la vida de otras personas, sino que lo hacen porque quieren terminar con estas protestas y proteger la frontera. Y esto en lugar de utilizar métodos no letales para dispersar a los manifestantes", concluye el experto en derecho humanitario.

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