Además de la empresa de construcción brasileña Odebrecht, otra poderosa compañía de ese país tendrá que pagar una multa multimillonaria por haber participado en el entramado de corrupción que ha salpicado a políticos y empresarios en los últimos tres años.

La corporación J&F, dueña de la mayor procesadora de carne bovina del mundo, JBS, acordó este miércoles pagar una multa de US$3.200 millones al gobierno, un monto sin precedentes en la historia del país sudamericano, según informó la fiscalía.

En la multa están incluidas irregularidades cometidas por JBS en varias operaciones de las autoridades, entre ellas la llamada "Carne Débil", que el pasado marzo desarticuló una red que alteraba y "maquillaba" la carne, incluso la vencida, antes de su venta.

La suma total deberá acreditarse en los próximos 25 años, señaló la prensa local.

Con el acuerdo de pago, las compañías que pertenecen al grupo empresarial J&F tienen garantizado el derecho de continuar haciendo contratos con entidades públicas y también se libran de obstáculos para obtener préstamos bancarios.

Empresarios contra Temer

La multa supera a la previamente acordada entre la fiscalía y Odebrecht por US$2.600 millones, en conexión con el mismo escándalo de corrupción, que ha salpicado hasta al presidente, Michel Temer.

El mandatario ha negado las acusaciones en su contra que hicieron los dueños de J&F, Joesley y Wesley Batista, quienes lo señalaron de haber silenciado a un testigo con dinero y de haber recibido sobornos.

A raíz de sus testimonios y de otras evidencias, la Corte Suprema de Justicia de Brasil inició a mediados de este mes una investigación por corrupción contra Temer. El presidente ha insistido desde entonces en que no va a renunciar.

La compañía de los Batista, JBS, estuvo en el centro del escándalo en semanas recientes luego de que un audio que fue grabado por uno de los hermanos y filtrado a la prensa parecía mostrar a Temer alentando a que se silenciara con dinero a un político encarcelado, informó la corresponsal de la BBC en Sudamérica, Katy Watson.

"El testimonio de los hermanos Batista ha sido muy dañino para Brasil, porque revelaron que han pagado millones de dólares en sobornos a políticos brasileños durante años", dijo Watson.

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