El Presidente Joe Biden denunció el martes el "racismo sistémico" que "mancha" el alma de Estados Unidos, tras el juicio en el que el ex policía blanco Derek Chauvin fue condenado por la muerte del afroestadounidense George Floyd. 

"El veredicto de culpabilidad no traerá de vuelta a George", dijo en un breve discurso televisado desde la Casa Blanca. Pero puede marcar el momento de un "cambio significativo", agregó, llamando a la nación a "unirse" y no dejar que los "extremistas que no tienen ningún interés en la justicia social" tengan "éxito".

Derek Chauvin, de 45 años, está acusado de "asesinato en segundo grado", punible con hasta 40 años de prisión. Este cargo asume que mató a alguien en el marco de un crimen peligroso a pesar de que no tenía la intención de causarle la muerte (como en un atraco que degenera en más violencia). 

Chauvin también fue inculpado de "homicidio involuntario en segundo grado", con una pena máxima de diez años de prisión. Este cargo implica negligencia culposa: haber asumido conscientemente poner en riesgo la vida de otros. 

Además, fue acusado de "asesinato en tercer grado", que conlleva hasta 25 años de prisión. Este cargo se aplica a personas que han causado la muerte sin intención de provocarla, al cometer un acto peligroso para otros con un "espíritu depravado" que denota desprecio por la vida humana. 

El 25 de mayo de 2020 Chauvin fue grabado en video arrodillado durante más de nueve minutos sobre el cuello de Floyd, incluso cuando el corpulento hombre de 46 años, esposado, suplicaba "Por favor, no puedo respirar".

Las imágenes, tomadas por transeúntes testigos del arresto de Floyd, acusado de comprar cigarrillos con un billete de 20 dólares falso, fueron vistas por millones de personas dentro y fuera del país.

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