"Estuvimos haciendo un reportaje sobre la zona de Chernobyl en Bielorrusia y simplemente no podía creer que se críen vacas que junto a las señales que advierten de la radiación. Por eso, decidimos investigar la leche que los campesinos nos obsequiaron", recuerda en una entrevista con DW el periodista de la Associated Press (AP) Yuri Karmanow.

El pueblo de Gubarewitschi está ubicado en la región de Gomel, en la que tras el desastre en la planta nuclear ucraniana de Chernobyl de hace 30 años no debería vivir ningún ser humano. Solo pocas personas han permanecido allí. El periodista Karmanow relató que él y su colega habían visto un tractor haciendo trabajos agrícolas. Y la siembra habría estado en su apogeo. Una empresa agrícola en Gubarewitschi vende su leche a la empresa de lácteos "Milkavita” de Gomel. El análisis de esta leche, que Karmanow mandó hacer en el Centro Municipal de Higiene y Epidemiología en Minsk, reveló que el límite del estroncio-90 sobrepasa diez veces lo permitido. Karmanow obtuvo la confirmación por escrito de ese ente en abril de 2016.

A los tribunales

Después de que el reportaje de Karmanows sobre la producción de leche en la zona fuera publicado en la página de la AP, "Milkavita" vio dañada su imagen y exigió que el periodista se retractara. Este caso terminó en los tribunales, que dicho sea de paso le dieron la razón a la empresa láctea. Si bien es cierto que el ente de Minsk confirmó que había realizado tal prueba, el resultado fue declarado después como inexacto.

Sin embargo, según la legislación bielorrusa, un periodista no puede ser responsabilizado por publicar información proporcionada por autoridades oficiales. Ahora, Karmanow será llevado ante el Tribunal Supremo del país.

Agro en suelos contaminados

Las autoridades bielorrusas no niegan el hecho de que en la "Reserva estatal radioecológca de Polesia", como se denomina a la zona, se está utilizando nuevamente las tierras para la agricultura, las cuales después de la catástrofe de Chernobyl habían sido clasificadas como no aptas. "Es importante que empecemos a rehabilitar estas áreas", dijo el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, durante una visita a la región de Gomel el año pasado, con motivo del 30 aniversario de la catástrofe de Chernobyl.

De acuerdo con un estudio del "Centro de Análisis Operativo" del año 2016, las zonas que fueron afectadas por la radiación están realizando producción agrícola en un área de 937.000 hectáreas. Allí, los valores de cesio-137 son de aproximadamente 1 Curie por kilómetro cuadrado. Y 308.000 hectáreas de superficie están, además, contaminadas con estroncio-90. Al mismo tiempo, dicho centro ofrece recomendaciones "para la producción de productos agrícolas limpios, bajo condiciones de contaminación radiactiva".

No al experimento con personas

Pero, ¿se puede producir alimentos limpios en suelos contaminados por la radiactividad para el consumo humano? "No", dice a DW Jurij Bandaschewskyj, quien dirige el centro de investigación "Ecología y Salud" en Kiev. "Incluso si las autoridades bielorrusas piensan que se podría limpiar las tierras, no se puede experimentar con seres humanos", subraya el experto en medicina radiológica.

Bandaschewskyj trabajó durante cuatro años en la zona de Chernobyl de Ucrania en un proyecto financiado por la Unión Europea que investigaba las consecuencias para la salud de las personas después de la catástrofe de Chernobyl. "El estroncio-90 tiene una vida media de 30 años y penetra en hojas y hierbas que come el ganado. En el cuerpo se acumula principalmente en los huesos", añade el experto.

Alrededor de 320 toneladas de queso de "Milkavita" - más del 90 por ciento del total producido - se exporta cada mes a Moscú, Vorónezh y San Petersburgo. El resto queda para los consumidores de Bielorrusia. En los tribunales, la empresa de productos lácteos aseguró que sus materias primas y sus productos finales están sujetos a un control pertinente para detectar la radiación. Además, no existe queja alguna de parte de las autoridades reguladoras de Rusia.

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