Los pilotos de un avión de la aerolínea Japan Airlines (JAL) que quedó envuelto en llamas tras desalojar a sus 379 pasajeros y tripulantes inicialmente no se percataron del fuego, según nuevos detalles divulgados el jueves posterior al choque de aviones.

El avión colisionó con una aeronave de la guardia costera tras aterrizar la noche del martes en el aeropuerto de Haneda, en Tokio. Los seis ocupantes del avión pequeño murieron.

Una bola de fuego estalló del avión de pasajeros antes de frenar, y las llamas se propagaron por el resto del aparato, de acuerdo con imágenes divulgadas por los pasajeros.

Pero según la televisión nacional NHK, los pilotos del vuelo de JAL en la cabina de mando no sabían del incendio antes de ser informados por la tripulación.

El jefe de los asistentes de vuelo reportó el fuego a la cabina de mando y pidió permiso para abrir las salidas de emergencia, reportó NHK.

Para entonces, la nave se estaba llenando de humo, con bebés llorando y los pasajeros rogando por que abrieran las puertas, según las imágenes del choque de aviones. 

La evacuación comenzó en dos toboganes al frente de la nave.

JAL indicó que solo había una salida adicional, en la parte trasera izquierda, que estaba a salvo del fuego, pero la comunicación interna no funcionaba, por lo que los pilotos no podían autorizar su uso.

Los asistentes consideraron urgente desembarcar a los pasajeros por la puerta trasera, así que la abrieron sin permiso, como fueron entrenados.

El avión tardó 18 minutos para evacuar a todos los pasajeros, siendo el piloto el último en salir.

Poco después, el avión se convirtió en un infierno y decenas de camiones de bomberos intentaron apagarlo, lo que tardó ocho horas.

"Honestamente pensé que no sobreviviría. Le escribí a mi familia y amigos para decirles que mi avión estaba en llamas", contó una pasajera a NHK.

"Los pasajeros parecieron seguir las instrucciones al pie de la letra", comentó a AFP Terence Fan, un experto en la industria aérea. 

Investigadores de Japón, Francia, Reino Unido y Canadá analizaban el jueves el accidente, con los restos calcinados de ambos aviones aún tendidos en una de las pistas de Haneda.

Transcripciones de las comunicaciones de los controladores aéreos divulgados por la prensa revelaron que la torre de control había aprobado el aterrizaje del vuelo de JAL.

Sin embargo, el avión de los guardacostas habría sido instruido a dirigirse a otro sector de la pista, lo cual no acató, lo que habría provocado el choque de aviones.

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