Los dos misiles que Corea del Norte lanzó el jueves sobre el Mar de Japón constituyen un "nuevo tipo" y representan una "solemne advertencia" a Corea del Sur por sus planes sobre ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos.

De acuerdo con la agencia estatal norcoreana KCNA, el líder Kim Jong Un "personalmente organizó y guió" el lanzamiento del "moderno sistema de armamento", en referencia a los dos misiles de corto alcance que fueron disparados.

Kim se sintió enormemente satisfecho con el resultado de los ensayos con los nuevos misiles, afirmó la agencia.

Se trató del primer ensayo con misiles realizado por Corea del Norte desde el último encuentro entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ocurrió a fines de junio en la Zona Desmilitarizada que divide la península coreana.

El gesto de lanzar dos nuevos misiles en dirección al mar de Japón elevó aún más las tensiones ante la inminencia de ejercicios militares conjuntos que Corea del Sur prepara con la participación de tropas estadounidenses en su territorio.

Según la agencia KCNA, Kim reclamó que los funcionarios surcoreanos "muestran un raro comportamiento binario" al hablar de paz pero "detrás de la escena importan sofisticado armamento y realizan ejercicios militares conjuntos".

El "jefe surcoreano", en una posible referencia al presidente Moon Jae-in, "no debe cometer el error de ignorar esta advertencia de Pyongyang", apuntó KCNA.

Kim añadió que Corea del Norte debe "desarrollar sin cesar sistemas poderosos de armamentos par remover amenazas directas o potenciales" a su seguridad nacional.

Fuentes de Corea del Sur y de Estados Unidos confirmaron que los lanzamientos realizados por Corea del Norte fueron misiles de corto alcance que volaron poco más de 430 kilómetros antes de caer en el mar de Japón, que coreanos del norte y del sur llaman Mar del Este.

En su encuentro en la Zona Desmilitarizada, Kim y Trump se comprometieron a mantener el diálogo bilateral a nivel de grupos de trabajo -con técnicos o funcionarios de rango intermedio-, pero desde entonces no tuvo lugar ningún contacto.

¿Táctica de negociación? 

En declaraciones a la cadena Bloomberg, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, apuntó que esas conversaciones aún podrían realizarse, y señaló que los ejercicios misilísticos deben ser visto como una táctica de negociación.

"Todos tratan de estar listos para negociaciones, y crean situaciones [para fortalecerse] y riesgos para la contraparte", señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.

"Seguimos convencidos de que existe un camino diplomático, una solución negociada para esta situación", añadió, para desestimar la importancia de que no haya habido contactos recientemente.

"Si eso requiere otras dos semanas, o cuatro semanas, que así sea", apuntó.

En mayo pasado, Corea del Norte realizó pruebas similares en dirección al mar de Japón, ejercicios cuya importancia el propio Trump se encargó de minimizar, alegando que los misiles de corto alcance eran armas consideradas estándar.

Los ejercicios del jueves tuvieron lugar un día después que el agresivo asesor de Trump para Seguridad Nacional, John Bolton, mantuvo contactos con altos funcionarios surcoreanos en Seúl.

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