Estelle Wignall, una joven británica de 27 años, falleció tras intentar sobrellevar un diagnóstico de cáncer de ovario que inicialmente fue confundido con colon irritable. Su historia ha conmovido al Reino Unido y ha encendido las alarmas sobre la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad, especialmente en mujeres jóvenes.
Todo comenzó cuando Estelle, originaria de Wigan, Inglaterra, acudió al hospital con síntomas de hinchazón abdominal y fatiga. En ese momento, los médicos le diagnosticaron síndrome de colon irritable, una afección digestiva común. Sin embargo, ella sospechaba que algo más grave ocurría con su salud.
“Recogí un folleto sobre el cáncer de ovario en el hospital e inmediatamente me di cuenta de que coincidía con mis síntomas. Me dijeron que no fuera tonta, que era muy joven para eso”, comentó en una entrevista con The Sun en enero de 2022.
Tres meses después, un examen médico confirmó lo peor: tenía un tumor del tamaño de una sandía en su ovario. Fue operada de urgencia para extirpar el tumor, el ovario derecho y las trompas de Falopio. A pesar del tratamiento, la enfermedad regresó con fuerza en etapa 4, comprometiendo su hígado, pulmones e intestino.
En 2020, tras convertirse en madre de su hija Brooke, Estelle recibió el devastador diagnóstico de metástasis. “Solo quería disfrutar de mi maternidad… sentía que me estaban descartando, pero no estaba lista para rendirme”, dijo. Fue sometida a múltiples cirugías, incluida una mastectomía y la extracción de un pulmón.
Legado musical y concientización del cáncer de ovario
Antes de fallecer, Estelle grabó una canción original titulada “I Never Lost Anything”, que fue lanzada póstumamente en el Día de la Madre en Inglaterra, el 30 de marzo. Su madre, Bev Turley, compartió que escuchar la canción fue como “recibir un regalo del cielo”. Las ganancias del sencillo serán donadas a organizaciones contra el cáncer de ovario.
Estelle dedicó sus últimos años a generar conciencia sobre esta enfermedad, incluso rapándose el cabello para donar pelucas a niños con cáncer y recaudando fondos para tratamientos en el extranjero.
La joven falleció el 30 de marzo de 2022, dejando atrás a su esposo Mike, con quien se casó en 2019 en Texas, a su hija Brooke y a una comunidad profundamente conmovida por su valentía.
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