El gobierno del estado mexicano de Jalisco (oeste) descartó este martes que las osamentas descubiertas la semana pasada correspondan a cinco jóvenes secuestrados el pasado 11 de agosto, que se sospecha fueron asesinados.

Los restos habían sido encontrados la semana pasada en una finca abandonada de la localidad de Lagos de Moreno, donde se produjo el rapto, e incluían cuatro cráneos "con huellas de calcinación en su totalidad", según la fiscalía estatal.

Pero "ya hay elementos para decir que esas (osamentas), cuando menos, no corresponden a los jóvenes (...) Los detalles puede dárselos la fiscalía, pero sí podría adelantar que en principio esa osamenta no corresponde a los jóvenes", aseguró a periodistas el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Este anuncio se produjo un día después de que la fiscalía reportara el hallazgo de "múltiples segmentos óseos" en otro predio de Lagos de Moreno, en el marco de las pesquisas para localizar a las víctimas de entre 19 y 22 años, cuyo cautiverio fue difundido en violentas imágenes que generaron conmoción.

En el lugar fueron confiscados además cinco machetes, dos armas punzocortantes, una motosierra y un marro, entre otros objetos.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó el viernes que los muchachos fueron "posiblemente asesinados".

En una fotografía publicada la semana pasada en redes sociales se observa a las cinco víctimas arrodilladas y maniatadas, mientras en un video se ve el momento en el que una de ellas es atacada con un objeto contundente y un cuchillo cerca de otros cuerpos que yacen en el suelo.

Jalisco es el estado mexicano con mayor número de personas desaparecidas, con unas 14.800 de un total de 110.000 casos registrados desde 1962, según datos oficiales. En la región también abundan denuncias sobre reclutamiento forzado por parte de los cárteles del narcotráfico, que libran una guerra entre sí.

De 2018 a 2023, en el estado han sido ubicadas 141 fosas clandestinas.

El pasado 6 de junio, los restos de ocho trabajadores de un centro de atención telefónica que habían sido reportados como desaparecidos fueron localizados en bolsas en una fosa clandestina en Zapopan, suburbio de la ciudad de Guadalajara, capital de Jalisco.

El gobierno federal de México ha registrado más de 420.000 asesinatos y al menos 100.000 desaparecidos desde finales de 2006, cuando lanzó una ofensiva militar antidrogas.

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