El expresidente estadounidense Donald Trump fue condenado este viernes a pagar 83,3 millones de dólares a la escritora E. Jean Carroll por difamarla luego que lo acusó en 2019 de haberla violado en los años 1990, anunció el juez al término de las deliberaciones del jurado.

Esta cantidad, muy superior a los 10 millones que reclamaba la escritora y periodista, se desglosa en 65 millones de dólares por daños e intereses, 11 millones por reparación por afectar su reputación y 7,3 millones de compensación financiera.

Tras más de dos horas de deliberaciones, el jurado concluyó que Carroll sufrió más que "daños nominales" y Trump actuó "maliciosamente, por odio, mala voluntad, o rencor, vengativamente, o en indiferencia, imprudente o deliberada" contra la escritora y experiodista.

"¡Absolutamente ridículo!.... apelaré", reaccionó el magnate de 77 años en su plataforma Truth Social, donde volvió a calificar el juicio de "caza de brujas" orquestada por el presidente demócrata Joe Biden para impedir su regreso a la Casa Blanca en los comicios de noviembre. También arremetió contra el "sistema judicial fuera de control".

"Me ha quedado claro (...) que escucharon atentos", dijo el juez Lewis Kaplan al jurado tras alcanzar el veredicto, aunque aconsejó a sus miembros que mantengan el anonimato. "Mi consejo es que nunca revelen que estuvieron en este jurado", les dijo.

Carroll, escritora y periodista de 80 años, reclamaba al republicano 10 millones de dólares por daños a su reputación tras declaraciones efectuadas en 2019 por el entonces presidente, a raíz de la publicación de un libro y un artículo en los que aseguraba que el magnate inmobiliario la había violado en unos grandes almacenes en la década de 1990.

En mayo del pasado año, otro jurado había hallado culpable al republicano de agresión sexual y difamación, condenándolo a pagar 5 millones de dólares a Carroll. El magnate de 77 años que lidera las primarias del Partido Republicano, apeló el fallo.

Trump, que suele tildar a la periodista de "tarada" o "enferma", dijo entonces que "no era su tipo" y que había inventado la violación para "vender su nuevo libro".

"Destrozó mi reputación", sostuvo la escritora en el juicio.

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