El expresidente estadounidense Donald Trump reclamó el jueves a la justicia desestimar los cargos federales en su contra por conspiración electoral, al alegar que no puede ser procesado por sus acciones mientras estuvo en la Casa Blanca debido a la inmunidad presidencial.

El exmandatario, favorito de los republicanos para las presidenciales de 2024, debe ir a juicio en marzo del próximo año en Washington, acusado de haber maniobrado para tratar de revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió con el demócrata Joe Biden. 

Sus abogados enviaron una solicitud de 52 páginas a la juez federal Tanya Chutkan, que presidirá el caso.

"El tribunal debería descartar definitivamente la acusación, (...) en razón a la inmunidad presidencial", escribieron.

Este argumento tiene pocas oportunidades de tener éxito, según expertos, pero podría retrasar el inicio del juicio si la decisión acaba siendo tomada por la Corte Suprema.

Intentos similares de Trump en otros casos en su contra han sido rechazados por los jueces, pero la más alta corte estadounidense jamás ha dictaminado si un ex jefe de estado puede beneficiarse de inmunidad ante procesos penales. 

Donald Trump es el primer expresidente de Estados Unidos en ser acusado en lo penal.

Los defensores de Trump, que citaron un caso examinado por la Corte Suprema que involucraba al exmandatario Richard Nixon (1969-1974), afirmaron que el derecho garantizaba "inmunidad absoluta" al presidente "por actos en el 'perímetro exterior' de su responsabilidad oficial".

"La actual administración ha acusado al presidente Trump por actos que se sitúan no solo en el 'perímetro exterior', sino también en el corazón de sus responsabilidades oficiales como presidente", insistieron.

Como jefe del Ejecutivo, sostuvieron, Trump tenía la responsabilidad de "garantizar la integridad de las elecciones" y estaba en su derecho de impugnar los resultados de los comicios de 2020. 

El calendario judicial viene cargado para el multimillonario republicano que quiere reconquistar la Casa Blanca en 2024. 

También es procesado en el estado de Nueva York, en un caso de presunto fraude contable vinculado a pagos hechos para comprar el silencio de una actriz porno, y en Georgia, por conspiración también en relación con las elecciones de 2020.

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