Este 7 de mayo comienza el Cónclave para designar al sucesor del Papa Francisco tras su muerte. Se espera que durante esta semana se dé a conocer el nombre del nuevo Sumo Pontífice, sin embargo, en el siglo XII, la instancia se prolongó considerablemente.
En la actualidad, el Cónclave reúne a cardenales de distintos países del mundo para participar de la elección. Se dan instancias de conversación y luego se procede a votar, de manera secreta.
Pero en el siglo XII, tras la muerte del Papa Clemente IV, la elección del nuevo representante de la Iglesia se alargó por casi tres años, de 1268 a 1271.
Así fue el Cónclave más largo de la historia
Según información de National Geographic, Clemente IV murió en noviembre de 1968 en Viterbo, Italia. Fue Sumo Pontífice entre 1265 y 1268.
Para elegir al nuevo Papa, se necesitaban dos tercios de los votos de los cardenales -al igual que en la actualidad- . Sin embargo, en ese entonces sólo 20 tenían derecho a voto.
Se necesitaban 14 votos para elegir al nuevo representante de la Iglesia, pero los cardenales “se vetaban mutuamente”.
Adicionalmente, los cardenales habrían votado cada día, luego lo hicieron entre una o dos veces por semana hasta pasar semanas sin una votación, mientras las dos facciones mayoritarias buscaban atraer a cardenales con promesas más políticas.
Luego de casi tres años, las autoridades de Viterbo tomaron medidas “para acelerar la decisión”, debido a que los electores se hospedaban en el Palacio Papal, donde eran alimentados con las arcas de la ciudad como “cortesía” hacia la Iglesia, por lo que se aumentaron los impuestos a los ciudadanos y al comercio.
En primera instancia, la máxima autoridad de Viterbo redujo las raciones de comida y agua a los cardenales como manera de presionar.
Posteriormente, los cardenales quedaron encerrados hasta llegar al acuerdo. Así fue como surgió el nombre del Cónclave, del latín cum clave, que significa con llave.
Además se tomó otra medida drástica y se decidió quitar partes del techo del Palacio Papal, y con el comienzo del otoño y el invierno, tres cardenales murieron “debido a las precarias condiciones, el racionamiento y la vejez”.
Casi al llegar al tercer año, finalmente los cardenales decidieron que un comité de sólo seis de ellos tomaran la decisión, donde se eligió a Teobaldo Visconti, quien ni siquiera se encontraba en Italia en ese momento.
Sin embargo, su rol fue ratificado en septiembre de 1281, momento en el que adoptó el nombre de Gregorio X y estuvo en el cargo hasta 1276.