Son alrededor de 35 mil las personas que cruzan el Puente Internacional Simón Bolívar a diario. Este puente une a Venezuela y Colombia y ha sido un punto álgido tras la masiva migración del país petrolero.

El aumento de posibles compradores atrajo a vendedores ambulantes de ambas nacionalidades, por lo que los venezolanos han tenido que empezar a acercarse a la frontera para poder obtener los insumos básicos que no llegan a su país.

Pero ese no es el mayor problema: En Venezuela los pacientes con enfermedades crónicas tienen muchas dificultades para acceder a medicamentos y su situación los ha obligado a comprar medicinas a vendedores informales.

[VIDEO] Farmacias ilegales en la frontera de Venezuela

¿El riesgo? No saben si los medicamentos están vencidos, dañados e, incluso, adulterados. La hiperinflación en su tierra empuja a muchos a adquirir lo que esté al alcance de sus posibilidades.

Giovanni Plaza huyó a Colombia para vencer la enfermedad que lo estaba matando. Según explicó Plaza, “soy portador de VIH, Sida positivo. Estuve muriéndome prácticamente en Venezuela por no tener una buena alimentación ni por tener medicamentos”.

Uno de los que compite por posibles compradores es José Álvarez, quien vende paracetamol, ibuprofeno y potencializadores sexuales.

Según aseveró  Álvarez, “los que compran las medicinas son los venezolanos, porque en Venezuela sinceramente está difícil conseguir la medicina y -si la hay- a nivel especulativo. Demasiado caro”.

Pero muchas veces el remedio puede costar más que la enfermedad. Ya que la escasez de medicina ronda el 85%, los venezolanos se arriegan a comprar medicamentos que pueden causar ataques al corazón, fallas renales, embolismos pulmonares e incluso la muerte. Sin embargo, en muchas oportunidades la necesidad es más fuerte.

Ese es el caos de María Acevedo, venezolana que tiene tres hijos y que recorre con frecuencia los 70 kilómetros que separan a su país de Colombia para comprar bienes básicos.

Los venezolanos siguen con pocas opciones ante el desabastecimiento que azota a su país, pero han visto la luz de esperanza tras el auncio de la llegada de ayuda humanitaria desde EE.UU. y Canadá, en respuesta al pedido urgente del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

Sin embargo, Nicolás Maduro advirtió que impedirá el paso de alimentos y fármacos desde ese país. Maduro no solo considera inexistente la emergencia humanitaria, sino que cree que la entrada de ayuda será el primer paso para una intervención militar de Trump.

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