AFP

El nivel de las aguas del Sena descendía lentamente este sábado tras haber alcanzado los 6,10 metros sobre su nivel de referencia, una espectacular crecida que provocó el cierre de museos y de estaciones de metro en París, pero pocos destrozos.

El río Sena se salió de su lecho, inundando los 'quais' (muelles) de la capital francesa, tras la caída de lluvias torrenciales que han causado al menos 18 muertos en Europa, cuatro de ellos en Francia.

Por precaución se cerraron museos, estaciones de metro y una línea de tren regional, situados a lo largo del río, por el que se prohibió navegar. Tampoco circulan los coches en algunas vías que bordean el Sena.

La crecida, que llegó a 6,10 metros la noche del viernes, bajó un poco, hasta 6,06 m en la mañana del sábado. Un nivel comparable a los 6,18 metros alcanzados en 1982, pero aún lejos del de 1910 (8,62 metros).

Desde entonces el nivel ha comenzado a descender. Hacia las 15H00 GMT, el río ya estaba por debajo de los 6 metros y el descenso debería acelerarse hacia el principio de la semana, aunque tardará entre cinco y 15 días en volver a la normalidad, estimó Vigicrues, organismo de vigilancia de crecidas.

Los museos del Louvre y de Orsay han puesto a buen recaudo miles de obras de arte almacenadas en sus depósitos y seguirán cerrados hasta el martes.

El viernes a medianoche el presidente François Hollande, luego de una cena oficial, acudió al Museo del Louvre --el más frecuentado del mundo, con 9 millones de visitantes por año-- para animar a los equipos movilizados.

El sábado por la mañana, las turbias aguas del Sena arrastraban trozos de madera, bolsas de plástico y desperdicios.

Desde el inicio de la crecida, turistas y parisinos se agolpan en los puentes del Sena para inmortalizar con sus teléfonos móviles o sus cámaras fotográficas al río fuera de su cauce.

"¡Es impresionante, nunca lo había visto así de alto!", señaló Bente Wegner, una alemana de 25 años que paseaba junto a su novio cerca de la catedral de Notre Dame. "Perdimos cualquier esperanza de dar una vuelta en los barcos, pero por lo menos tenemos unas fotos increíbles", contó.

Sin embargo, los bomberos han exhortado a los curiosos a "evitar ponerse en riesgo", y recuerdan que algunos lugares siguen siendo "peligrosos".

Estado de catástrofe 

Pese a la instalación de material de protección al borde del Sena, algunas plazas, sótanos y garajes cercanos han sufrido inundaciones.

Los daños son más cuantiosos en el resto de Francia, donde además de los cuatro muertos, hubo 24 heridos, informó el primer ministro francés Manuel Valls.

El jueves un hombre de 74 años murió al caer al agua con su caballo en un río de la región parisina. En la localidad de Montargis, a 120 km al sur de París, una mujer fue encontrada muerta en un jardín al borde de un río.

La ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal, expresó el temor de que tras el descenso de las aguas, aparezcan más víctimas.

El gobierno anunció que el miércoles próximo se declarará el "estado de catástrofe natural" para indemnizar rápidamente a las víctimas de las inundaciones.

Las compañías de seguros evalúan los daños en al menos 600 millones de euros.

Desde el inicio de las inclemencias, en total 20.000 personas tuvieron que ser evacuadas en Francia y este sábado 17.000 hogares seguían sin electricidad.

Las autoridades decretaron que la zona de la desembocadura del Sena, en Normandía, sea colocada bajo "vigilancia roja".

Las inundaciones fueron especialmente "catastróficas" para el trazado ferroviario, informó Guillaume Pepy presidente de la empresa de ferrocarriles franceses, la SNCF.

Pepy estima que habrá que esperar a mediados de la próxima semana para que el tráfico vuelva a la normalidad, es decir justo a tiempo para el inicio de la Eurocopa-2016 el viernes en París.

En Alemania, donde la situación parece mejorar, 11 personas murieron en lo que va de semana debido a las lluvias e inundaciones.

En Bélgica, un apicultor pereció al ser arrastrado por las aguas de un río y otras dos personas murieron ahogadas en Rumanía.

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