El telescopio espacial James Webb tomó su primera imagen de un exoplaneta, informó la agencia espacial de Estadios Unidos (NASA).      

El planeta, situado por fuera del sistema solar y bautizado HIP 65426 b, es un gigante gaseoso sin superficie rocosa que no podría ser habitable.       

"Estamos ante un punto de inflexión, no solo para Webb sino también para la astronomía en general", dijo la profesora de astronomía de la Universidad de Exeter Sasha Hinkley, quien dirigió el equipo de observación.      

Suprimir la luz de la estrella anfitriona

Webb fue lanzado en diciembre de 2021 y desde entonces solo recibe elogios de los astrónomos por su desempeño.      

Se trata del telescopio espacial más poderoso jamás construido y sus imágenes han emocionado a los observadores en los últimos meses, mientras órbita el Sol a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra.      

Webb cuenta con accesorios telescópicos que bloquean la luz de las estrellas, como la mirada infrarroja y los coronógrafos, que le permiten tomar imágenes directas de exoplanetas.      

"Fue realmente impresionante lo bien que funcionaron los coronógrafos de Webb para suprimir la luz de la estrella anfitriona", dijo Hinkley en un comunicado de la NASA el jueves.     

Exoplaneta HIP 65426 b

HIP 65426 b tiene ente seis y 12 veces la masa de Júpiter y es joven y es joven, al contar con entre 15 y 20 millones de años, sobre todo en comparación con la Tierra, de 4.500 millones de años. 

El telescopio, que publicó sus primeras imágenes en julio, también ha revelado nuevos detalles deslumbrantes de la llamada Galaxia Fantasma y del planeta Júpiter.     

Antes, el telescopio espacial Hubble había capturado imágenes directas de exoplanetas, pero con mucho menos detalles.   

"Creo que lo más emocionante es que recién comenzamos", dijo Aarynn Carter, de la Universidad de California. "Incluso podemos descubrir planetas previamente desconocidos". 

El proyecto de ingeniería que incluye al telescopio Webb tuvo un costo estimado de 10.000 millones de dólares y es una colaboración entre la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense. 

Se espera que funcione durante aproximadamente 20 años.

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