AFP

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) pulverizó el célebre Arco de Triunfo de Palmira en Siria, afirmó a la AFP el jefe de las Antigüedades en Siria, último monumento hasta la fecha destruido en este emplazamiento antiguo, patrimonio mundial de la humanidad.

Este nuevo drama hace temer la destrucción total del recinto histórico en manos de la organización ultrarradical que la tomó el 21 de mayo, según el jefe de las Antigüedades en Siria, Mamun Abdelkarim. 

La destrucción se produce cuando el conflicto en Siria es cada vez más complejo, con una intervención militar de Rusia que asegura atacar a EI pero los occidentales sospechan que apoya sobre todo a las tropas del régimen de Bachar al Asad, que tiene dificultades con los rebeldes desde hace meses.

"Hemos recibido informaciones sobre el terreno según las cuales el Arco del Triunfo fue destruido (el domingo). EI instaló explosivos hace unas semanas", afirmó Abdelkarim

"Estamos viviendo una catástrofe. Desde que tomaron el lugar los yihadistas, "es un choque detrás de otro", añadió el responsable, contactado por teléfono por la AFP.

En agosto, el grupo ultrarradical amputó Palmira, inscrita por la UNESCO como patrimonio mundial de la humanidad, de sus templos más hermosos, Bel y Baalshamin, ambos dinamitados.

En septiembre destruyó varias de las célebres torres funerarias del lugar, únicas en el mundo.

El Arco del Triunfo, que tenía 2.000 años y se encuentra situado a la entrada de la célebre calle de columnatas del recinto histórico, "era un ícono de Palmira", lamentó el responsable.

'Miedo por toda Palmira' 

"Es una destrucción metódica del recinto. Quieren destruirlo completamente. Corremos el riesgo de perderla del todo", dijo.

"Sabemos que EI ha puesto explosivos en otros monumentos. Quieren destruir el anfiteatro, la columnata. Tenemos miedo por toda la ciudad antigua", dijo Abdelkarim.

"La comunidad internacional tiene que encontrar el modo de salvar Palmira", ciudad que encierra los tesoros más hermosos de Siria, imploró.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) y militantes de la ciudad también señalaron la destrucción del monumento.

EI, que aprovechó la guerra civil para implantarse en Siria, el 21 de mayo tomó Palmira, a 205 km al este de Damasco, después de echar de allí a las fuerzas gubernamentales.

El 23 de agosto, los yihadistas dinamitaron el templo de Baalshamin en Palmira. Unos días antes habían ejecutado y mutilado al ex jefe de las Antigüedades de la ciudad Jaled al Asaad, de 82 años, uno de los mejores expertos mundiales.

Luego destruyeron el templo de Bel, considerado el más hermoso de Oriente Medio junto con el libanés de Baalbeck, y a primeros de septiembre destruían las torres funerarias, características de la arquitectura de la ciudad.

Los yihadistas consideran objetos de idolatría las estatuas o frescos que representan a hombres o animales y por esta razón han destruido varias joyas arqueológicas en Irak y Siria.

Pero para el jefe de las Antigüedades, "ahora EI destruye por venganza, ni siquiera por razones ideológicas, porque el Arco del Triunfo no era un monumento religioso sino civil".

Además de su enorme balance humano, con más de 240.000 muertos y millones de personas forzadas al exilio, la guerra que arrasa Siria desde hace cuatro años y medio tiene consecuencias devastadoras inestimables para el patrimonio.

Los peores temores de los arqueólogos y expertos de todo el mundo se han cumplido con el inicio de la destrucción de Palmira, "la perla del desierto" sirio. 

Los responsables del recinto pudieron evacuar el museo y poner en lugar seguro varias piezas inestimables.

Según la asociación de la protección de la arqueología siria, más de 900 monumentos o emplazamientos arqueológicos fueron dañados o destruidos en cuatro años y medio de guerra.

En diciembre de 2014, la ONU afirmó que cerca de 300 sitios importantes fueron destruidos, dañados o saqueados desde marzo de 2011, en base a imágenes de satélites.

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