El octogenario expresidente peruano Alberto Fujimori regresó a prisión tras haber estado ingresado en una clínica local donde fue ingresado por problemas respiratorios, informó el domingo el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

Fujimori "retornó en una ambulancia sin novedad la tarde del sábado a prisión", dijo a la AFP un vocero del INPE.

El expresidente de 82 años fue internado el viernes para ser sometido a pruebas que determinen si la causa de sus problemas respiratorios son por causa del COVID-19, declaró su hija Keiko Fujimori.

"Se le está haciendo una serie de análisis para comprender por qué la baja saturación de oxígeno", dijo el sábado Keiko a la radio RPP

Según Keiko, su padre dio negativo a una prueba rápida de antígenos de COVID-19 la noche del viernes, pero los médicos recomendaron esperar el resultado de un test PCR, de mayor fiabilidad, que se le practicó para descartar un eventual contagio del virus respiratorio.

"Los últimos días ha estado durmiendo (asistido) con oxígeno", indicó la primogénita del clan, de 45 años, y actual candidata presidencial peruana.

Fujimori ingresó en la clínica Centenario Peruano Japonesa el viernes, cuando agentes penitenciarios lo llevaron a un chequeo desde la base policial al este de Lima, donde cumple una condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción. 

De origen japonés, Fujimori ha padecido recurrentemente problemas respiratorios y neurológicos (parálisis facial) e hipertensión. Está preso desde 2007.

Un tribunal peruano había declarado infundado en mayo de 2020 un recurso de la familia que pedía la excarcelación de Fujimori ante el riesgo que supone para una persona de su edad y con sus condiciones de salud que se contagie.

La resolución resaltaba que Fujimori es el único recluso de la base policial por lo que no hay probabilidad de hacinamiento y contagio, como ocurre en otras prisiones del país sudamericano.

Perú acumula más de 50.000 fallecidos por COVID-19, con 1,4 millones de casos confirmados.

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