AFP

El Parlamento español rechazó este viernes por segunda vez un voto de confianza al conservador Mariano Rajoy para formar un nuevo gobierno, dejando al país al borde de nuevas elecciones, las terceras en un año.

Rajoy, en el poder desde 2011, recibió 170 votos a favor frente a 180 en contra, en una repetición del resultado adverso de la primera votación del miércoles en la Cámara Baja de 350 diputados.

A dos meses de haber ganado las legislativas con 33%, el jefe de gobierno saliente no pudo evitar una sesión de investidura fallida en la que tuvo que soportar duros reproches.

Rajoy fue respaldado por los 137 diputados del PP, 32 de los liberales de Ciudadanos y uno de un partido regional canario, por debajo de la mayoría necesaria para tener éxito.

Tras este fracaso, los partidos tendrán hasta el 31 de octubre para lograr alianzas de gobierno. Llegada esa fecha, el Parlamento se disuelve automáticamente y se convocan nuevas elecciones, que por los plazos caerían el 25 de diciembre, día de Navidad.

Serían las terceras legislativas en un año, tras las del 20 de diciembre de 2015 y las del 26 de junio.

Rajoy todavía puede volver a intentar ser candidato a una investidura, pero también podría hacerlo Pedro Sánchez, el jefe de los socialistas, que con 85 diputados son la segunda fuerza en el Parlamento.

Alto coste 

En la sesión de este viernes, Rajoy y Sánchez intercambiaron fuertes críticas.

"Si persiste en su política del 'No, No y No', permita al menos que en España se forme un gobierno", lanzó Rajoy a Sánchez.

"Ha defraudado la confianza de los españoles", le espetó Sánchez a Rajoy, acusándolo de haber instaurado durante el gobierno del PP "una política en la que se utilizó la crisis para desmantelar el Estado de bienestar" en España, así como recordó los numerosos casos de corrupción acumulados por el partido conservador.

Rajoy advirtió de los efectos negativos que puede tener en la economía la prolongación de la parálisis política, en un país con un desempleo del 20%, el segundo más alto de la Eurozona. "El no gobierno tiene coste. Pasará una alta factura. Y tendremos que pagarla entre todos", aseveró.

Para salir del "atasco político", Sánchez llamó a las "fuerzas políticas del cambio", en referencia a Ciudadanos y el partido antiausteridad Podemos, a actuar con el PSOE con "altura de miras y con generosidad" para encontrar una solución.

Ya el líder de Podemos, Pablo Iglesias, había presionado a los socialistas para que intentaran un gobierno de cambio: "Ustedes tienen que elegir si su futuro pasa por llegar a acuerdos con el PP o si pasa por llegar a acuerdos con nosotros", señaló.

Una portavoz del PSOE confirmó que Sánchez se pondrá en contacto en los próximos días con Iglesias y con el jefe de Ciudadanos, Albert Rivera.

Rajoy persevera

Pese a su fracaso, Rajoy seguirá "intentando negociar para evitar unas terceras elecciones", garantizó el palacio de gobierno en su cuenta de Twitter.

Los partidarios del PP esperan que las elecciones regionales del pequeño País Vasco (norte) el 25 de septiembre puedan cambiar la relación de fuerzas. En el caso de que el gobernante Partido Nacionalista Vasco (PNV), conservador, necesitara allí al partido de Rajoy, éste podría ponerle como condición que lo apoye en Madrid.

No obstante, el PP tendrá difícil esa posibilidad, lo que se hizo evidente este viernes cuando el jefe parlamentario del PNV, Aitor Esteban, aseveró: "nuestro voto será negativo hoy y después del 25 de septiembre".

En Madrid, los españoles no ocultaban su cansancio por la parálisis en España que se ha prolongado por más de ocho meses, con un gobierno en funciones muy limitado en sus funciones.

"Basta ya, es una situación muy desagradable. Hacemos el ridículo en el mundo", señaló Luis García Montero, un empleado de un banco de 53 años, que el junio pasado votó por Ciudadanos.

La parálisis política en España arrancó en diciembre, cuando en las urnas los españoles acabaron con el bipartidismo del PP y PSOE imperante durante décadas, pero eligieron un Parlamento muy fragmentado, entre esos dos partidos tradicionales y los noveles Podemos y Ciudadanos. Las elecciones de junio confirmaron esta correlación de fuerzas.

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