La historia de Abdullah Al-Mohammad y su pequeña hija de tres años Salwa se difundió en todo el mundo hace casi dos semanas, luego que el hombre subiera un video en el que le enseñaba a su hija a reír cuando explotaban las bombas de la guerra civil en Siria.

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Según explicó el propio Abdullah a la agencia turca Anadolu en su momento, con este “juego” que le proponía a su hija, buscaba evitar que tenga “crisis psicológicas” producto del miedo que le puede provocar vivir en una zona de conflicto permanente y guerra.

"Los niños están teniendo crisis psicológicas por los bombardeos. Intento que los vean como motivo de felicidad y no de miedo", dijo quien debió huir con su familia desde Sarakub a Sarmada producto de los bombardeos que se producen en Siria.

Sin embargo, ante la repercusión que tuvo la historia a nivel internacional y que fue comparada con la película italiana “La vida es bella”, el gobierno turco decidió tomar cartas en el asunto y se contactaron con la familia para que pudieran abandonar Siria y establecerse en Turquía.

“Estamos lejos de la guerra, no hay explosiones, no hay aviones, no hay muerte. Es un sitio nuevo, no tengo trabajo, pero estoy feliz", dijo Abdullah al medio citado luego de abandonar la zona de conflicto.

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