Después del fracaso en las negociaciones para liberar a Jürgen Kantner, un ciudadano alemán de 70 años, el grupo yihadista Abu Sayyaf cumplió su promesa de decapitar al hombre por el habían puesto un precio de 565 mil euros (600 mil dólares) para dejarlo en libertad.

Los yihadistas también pusieron como fecha límite para recibir el dinero la tarde del domingo 26 de febrero. Sin embargo, el dinero no llegó a manos de los captores.

La decapitación de Kantner, secuestrado en noviembre de 2016, fue corroborada por la policía de Filipinas, aunque aún falta la confirmación oficial. Ronald de la Rosa, director de la Policía Nacional, declaró en rueda de prensa que la ejecución tuvo lugar en la provincia sureña de Zamboanga. "Tenemos que encontrar el cuerpo, pero, según los informes de inteligencia, está confirmado", agregó el oficial.

Durante la captura de Kantner, los atacantes mataron a tiros a la esposa del alemán, cuyo cadáver fue hallado por las autoridades filipinas el 7 de noviembre en el yate en el que ambos viajaban y donde presuntamente fueron abordados.

Abu Sayyaf ha intensificado su actividad en el último año con el secuestros en las aguas del suroeste de Filipinas y el noreste de Malasia, la mayoría tripulantes de embarcaciones que navegaban por la zona. El grupo yihadista, creado en 1991 por veteranos de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, tiene sus bastiones en el sur de Filipinas, donde se le atribuyen numerosos atentados y secuestros con los que se financia.

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