Una pareja gay argentina está en los trámites para crear una fundación que ayude a parejas del mismo sexo a facilitar la adopción de hijos que, según ellos, es "inaccesible" en su país. Los hombres buscan, a través de su conmovedora historia, facilitar el acceso a cientos de niños que puedan tener una familia, como la que ellos han formado con dos niñas.

Ariel Vijarra y su pareja Damián han sido impulsores de los derechos de las parejas homosexuales en Santa Fe, donde fueron la primera pareja gay de la provincia en casarse y ahora buscan ser ejemplo para el mundo en la adopción de bebés, haciendo valer sus derechos de matrimonio igualitario.

La historia con la que buscan inspirar a las parejas es la adopción de su primera hija, Olivia, quien había sido diagnosticada de VIH, y rechazada por, al menos, diez parejas heterosexuales, en el proceso de selección que se lleva a cabo para adoptar un bebé.

“Lo primero que preguntamos fue si era posible que nos otorgaran un bebé siendo dos personas del mismo sexo y, como la respuesta fue favorable, nos metimos de lleno en ese proyecto”, contó Vijarra a Infobae.

Pese a las dificultades que tuvieron que pasar, un juez de Rosario le contó a la pareja sobre la posibilidad de adoptar a una bebé de apenas 28 días. Si bien fueron advertidos que la recién nacida había sido diagnosticada con VIH, la respuesta de ambos fue un “sí rotundo”, según dijo Vijarra al medio argentino.

“Eran matrimonios heterosexuales y políticamente correctos que la rechazaron por estar supuestamente enferma”, dijo Damián. “Nos explicaron que la beba tenía VIH porque la progenitora, que la parió y la abandonó en neonatología, padecía esa enfermedad. Nos consultó si estábamos seguros de iniciar los trámites de adopción y nos sugirió que lo pensáramos bien antes de aceptar. Pero nosotros nunca lo dudamos”, agregó.

Vijarra contó la historia de la pareja, y su relación con la menor, en un libro titulado “La búsqueda”, que fue el nexo para que tuvieran otra hija. Una mujer, que leyó el texto, decidió que quería dar a su hija en adopción y deseaba que la pareja fuera la familia de su hija que estaba por nacer.

“Fue una locura. Imagínate que en el término de cuatro meses logramos convertirnos en padres por partida doble. La vida nos estaba premiando con Victoria después de tanta lucha, perseverancia y desazón”, recordó Vijarra.

Sin embargo, la mejor noticia para los hombres llegó cuando Olivia tenía un año y medio de vida. “Los infectólogos nos confirmaron que todos los estudios hechos le había dado negativo. No tenía VIH, estaba sana. Fue una elegida por Dios, algo inexplicable”, dijó la pareja a Infobae.

Ambas menores, Olivia y Victoria, están por cumplir cinco años en los próximos meses y, según dicen sus padres, son la principal inspiración para ayudar a otras parejas del mismo sexo a ser padres adoptivos.

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