AFP

El ataque ocurrió el viernes por la tarde cuando un camión embistió a peatones en un calle del centro de la capital, recordando el modo operatorio de los atentados de Niza, Berlín y Londres.

"El terror golpeó el corazón de la ciudad", tituló el sábado el periódico de referencia Dagens Nyheter que publica en tapa una foto del camión encastrado en la vidriera de un comercio.

El último balance de los servicios de emergencia dio cuenta de 4 muertos y 15 heridos, entre ellos varios niños. Nueve heridos continúan en estado grave.

"Suecia fue atacada" y "todo apunta a un atentado terrorista", declaró el primer ministro sueco, Stefan Löfven, que por la noche colocó un ramo de rosas rojas no muy lejos de donde sucedió la tragedia.

La policía que investiga el ataque no filtra informaciones, pero la fiscalía anunció en las primeras horas del sábado que dictaba detención a un hombre sospechoso de "homicidio con carácter terrorista", indicó a la AFP la portavoz de la fiscalía, Karin Rosander.

El código de procedimiento penal sueco contempla varios grados de sospecha y el hombre está bajo el régimen más elevado de sospecha, precisó.

El hombre fue arrestado el viernes por la noche en Märsta, pequeña ciudad del norte de Estocolmo. Sería un uzbeko de 39 años, simpatizante de la organización Estado Islámico, según el periódico Aftonbladet.

La fiscalía no dio más detalles sobre su identidad pero su señalamiento corresponde al de una persona filmada en el lugar y la hora del ataque, vestido con una capucha negra y que era objeto de un pedido de búsqueda.

Otra persona fue detenida un poco más tarde en un suburbio de la capital. Fuentes policiales citadas por la televisión pública SVT evocaron una posible "conexión" entre los dos hombres.

"Quieren asustarnos"

El conductor del camión embistió a los peatones poco antes de las 13:00 locales en Drottninggatan, una de las calles peatonales más concurridas de la capital.

Hasan Sidi, testigo del incidente, explicó que vio a dos ancianas acostadas en el suelo. Una de ellas perdía sangre. "Una murió (...), no sé si la otra sobrevivió". "La policía estaba en shock, todo el mundo estaba afectado", dijo.

El vehículo se encastró luego en la fachada de un comercio.

"Hizo el mismo ruido que una bomba que explota y empezó a salir humo de la entrada principal", declaró al diario Aftonbladet un testigo, Leander Nordling, de 66 años. 

Durante la noche, las autoridades removieron el camión, constató la AFP.

El primer ministro, que anunció el refuerzo de los controles en las fronteras, llamó a sus compatriotas a no ceder al pánico.

"Los terroristas quieren asustarnos, que cambiemos nuestros comportamientos, impedir que vivamos normalmente (...). Los terroristas no podrán vencer jamás a Suecia", declaró.

Para Magnus Ranstorp, director de investigación del Centro de Estudios de Amenazas Asimétricas de la Escuela de Defensa Nacional sueca, el ataque no es una sorpresa.

"Se sabía que podía pasar, la policía y los servicios de inteligencia repetían desde hace varios meses que podía suceder (...). Simplemente no se sabía cuándo", dijo a la AFP.

Suecia sólo había sufrido un atentado hasta la fecha, en diciembre de 2010, cuando un kamikaze se hizo

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