Tras el recibimiento con honores militares, Merkel tenía previsto un encuentro a nivel más amplio con las delegaciones y una sesión del comité económico conjunto.

La visita de la canciller alemana, que se inicia este jueves, se da en un contexto con varios frentes abiertos por las polémicas decisiones del Gobierno estadounidense de Donald Trump, que decidió bajarse del acuerdo nuclear con Irán, y la disputa que mantiene con Corea del Norte por su programa atómico.

Merkel realiza su undécima visita a China desde que asumió la jefatura de Gobierno en 2005. Está previsto que durante su estadía abogue por una mayor apertura del mercado chino, ante la guerra comercial que enfrenta a Pekín con Washington.

Aranceles de EE. UU., tema principal

La exportación de acero se erige como el principal eje sobre el que pivotará la reunión que Merkel y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán el jueves, después de que Trump convirtiese la enorme industria acerera china en un blanco importante de sus políticas económicas.

El país asiático rechaza las acusaciones de Washington de vender su excedente de acero a otros mercados por debajo del costo de producción, aunque sí reconoce tener excedente de acero debido a las numerosas plantas siderúrgicas en el país.

Merkel, que a ojos de la comunidad internacional puede perfilarse como una mediadora en el conflicto comercial abierto entre Estados Unidos y China, también aprovechará su visita para reforzar las relaciones bilaterales con un gigante comercial, en el que Alemania tiene numerosos intereses económicos, sobre todo relacionados con su potente industria automotriz.

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