Jim Bridenstine, administrador de la NASA, confirmó este lunes la presencia de agua en la superficie de la luna. Sin embargo, aún no hay claridad si ésta puede ser utilizada como recurso

Bridenstine confirmó la noticia en su cuenta de Twitter donde señaló que el material se encontró "en la superficie iluminada de la luna" y el hallazgo se realizó "usando el Telescopio SOFIA. No sabemos aún si es que podemos usarla como recurso, pero aprender sobre el agua en la luna es clave para nuestros planes de exploración Artemis".

SOFIA (siglas en inglés de Stratospheric Observatory For Infrared Astronomy) es un avión Boeing 747SP especialmente modificado para que sea capaz de transportar un telescopio reflexivo de 2,5 metros y se trata del observatorio aéreo más grande del mundo.  

En relación al descubrimiento también se señaló que hay más agua de lo que se creía en la Luna, atrapada en forma de hielo en una multitud de microcráteres, un recurso potencial para futuras misiones espaciales, según dos estudios publicados este lunes.

Es agua helada, atrapada en el fondo de grandes cráteres que se hallan continuamente a oscuras, cerca de los polos, donde las temperaturas son extremadamente bajas.

Un estudio publicado en Nature Astronomy revela la existencia de una multitud de microcráteres que contienen en el fondo agua helada. Se les llama "trampas frías".

¿De dónde viene esta agua? Probablemente de la caída de asteroides que chocaron contra la Luna hace miles de millones de años. Lo mismo que se cree que ha ocurrido con la Tierra. Las moléculas de agua expulsadas durante la caída de estos cuerpos habrían caído al fondo de estos cráteres, donde quedaron "atrapadas para siempre" por el frío, explica Francis Rocard, especialista en sistema solar del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES).

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