"Vemos cómo se llevan niños de Ucrania a Bielorrusia y Rusia con el apoyo de Lukashenko", dice a DW el político bielorruso de la oposición Pavel Latushko. Debido a las amenazas del gobernante Alexander Lukashenko, Latushko vive ahora en Polonia. En marzo de este año, un tribunal bielorruso lo condenó en ausencia a 18 años de cárcel.

Según la UE y la comisionada para los Derechos de la Infancia del presidente de Ucrania, Daria Herasymtschuk, se cree que más de 16.000 niños han sido deportados de las zonas de Ucrania ocupadas por Rusia en diversas circunstancias, incluso menores de hogares infantiles. En marzo, la Corte Penal Internacional (CPI) dictó órdenes de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y su comisionada para la Infancia, Maria Lvova-Belova, por elpresunto secuestro de niños ucranianos.

Según Latushko, el transporte de menores a Bielorrusia viola la Convención de Ginebra de 1949. El político de la oposición subraya que Bielorrusia puso su territorio a disposición de la agresión rusa contra Ucrania y, por tanto, no puede considerarse un "Estado neutral". Todo ello ha llevado a Latushko a reunir material para presentarlo al fiscal general de Ucrania, y también al fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI).

Los medios de comunicación estatales bielorrusos informan ampliamente de la estancia de niños ucranianos en Bielorrusia. "Los propagandistas dicen que los niños serían llevados a Bielorrusia con fines recreativos. Pero, ¿puede un niño de seis años decidir por sí mismo abandonar un país, en este caso Ucrania? No, es imposible", dijo Latushko. Sería diferente si las familias se marcharan voluntariamente o si hubiera permiso de las autoridades ucranianas. Pero no sería el caso.

¿Quién es Alexei Talaj?

El apoyo financiero a estos proyectos procede de la empresa estatal Belaruskali, uno de los mayores productores de fertilizantes potásicos del mundo. "El dinero se destina a la fundación de Alexei Talaj, que organiza la salida de los niños a territorio ucraniano", explica Latushko. Según él, también los llevaron a Bielorrusia sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa, que forma parte del Patriarcado de Moscú.

En abril y mayo, la Fundación Talaj quiere llevar a Bielorrusia a más de 1.000 niños ucranianos. DW pidió al director de la fundación, Alexei Talaj, que explicara el papel de su organización, pero no hubo respuesta. Talaj es miembro del equipo paralímpico de natación, empresario y participante habitual en campañas de apoyo a Alexander Lukashenko.

¿Qué dicen Ucrania y UNICEF?

El excomisionado para los derechos de los niños del presidente ucraniano, Mykola Kuleba, director de la fundación "Save Ukraine", declaró al canal de televisión Belsat, con sede en Polonia, que la parte ucraniana aún no dispone de hechos documentados sobre el transporte de niños ucranianos a Bielorrusia, pero que es necesario realizar las investigaciones pertinentes. Si se reúnen pruebas suficientes, no descarta una orden de detención contra Alexander Lukashenko y otros implicados. Según Kuleba, aunque en el caso de Bielorrusia los niños tal vez solo fueran llevados de un lado a otro, esto podría calificarse de crimen de guerra.

Según Aaron Greenberg, asesor regional de UNICEF para la protección de la infancia en Europa y Asia Central, su organización tiene conocimiento de informes según los cuales "algunos niños ucranianos han sido trasladados de Rusia a Bielorrusia durante breves periodos de tiempo". "Seguimos profundamente preocupados por los informes sobre evacuaciones de niños que tienen lugar sin las salvaguardas adecuadas y sobre las repatriaciones precipitadas de niños desde lugares de reasentamiento que no tienen en cuenta el bienestar de los menores", declaró UNICEF a DW. A UNICEF también le preocupan los procedimientos acelerados de cambio de nacionalidad o ciudadanía de los niños afectados por esas cuestionadas medidas.

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