La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ordenó este lunes una investigación judicial independiente sobre la matanza perpetrada el 15 de marzo en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, que dejó un saldo de 50 muertos.

La jefa de Gobierno de Nueva Zelanda apuntó que una comisión real -el más poderoso mecanismo judicial ante la legislación del país- era necesaria para saber cómo un hombre armado pudo matar medio centenar de personas.

"Mientras los neozelandeses y las comunidades musulmanas de todo el mundo guardan luto y muestran su compasión, también se preguntan con toda la razón del mundo cómo fue posible que ese atentado terrorista ocurriera aquí," declaró Ardern en una rueda de prensa.

"Es importante que no quede piedra sin remover para entender cómo este acto terrorista ocurrió y cómo pudimos haberlo impedido", agregó.

También dijo que la investigación podrá incluir a la policía y los servicios de inteligencia.

Las agencias de inteligencia en Nueva Zelanda han enfrentado fuertes críticas luego del atentado, ya que parecieron haberse concentrado solo en el extremismo islamista, sin percibir los riesgos que representan supremacistas de extrema derecha.

"Una pregunta que debe ser respondida es si podíamos haber sabido más" sobre el riesgo que representan los grupos supremacistas, expresó Ardern.

"Nueva Zelanda no es un estado de vigilancia permanente. Pero hay preguntas que deben ser respondidas", apuntó.

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