Gran conmoción existe en España, luego de que un ciudadano boliviano de 38 años fuera detenido tras ser acusado de haberle dado algún tipo de sustancias a su hija de ocho años, para posteriormente violarla en el hogar familiar ubicado en Madrid.
La gravedad del caso aumenta, ya que junto a este individuo fueron arrestados otros dos hombres en el mismo domicilio. Uno de ellos es de nacionalidad colombiana y otro es ecuatoriano. El primer sujeto habría participado de la violación junto al padre de la niña, mientras que el segundo vigilaba para poder dar aviso en caso de que la madre de la menor llegara de su trabajo puertas adentro.
El grave hecho ocurrió en la madrugada del sábado pasado, cuando la policía fue advertida sobre una presunta agresión sexual. Tras la alerta, los uniformados llegaron hasta la casa, y se encontraron con una trágica escena. Una mujer boliviana, quien era la madre de la niña, gritaba de manera desgarradora: "Han violado a mi hija".
Según lo que detalla el medio El Mundo, la mujer se encontraba en un estado de profunda alteración, cuando le detalló a la policía que al llegar hasta su casa, notó un comportamiento extraño en la niña. Según su madre, la menor tenía miedo de acercarse a ella, al mismo tiempo que notó que podría estar bajo los efectos de alguna droga.
La madre de la víctima apuntó al padre de la niña y a un conviviente de ellos como los autores de la violación, mientras que aseguró que un tercer sujeto estaba vigilando sigilosamente desde la puerta, para evitar que la madre los sorprendiera.
La cruda declaración de menor que habría sido abusada por su padre y un amigo de él: "Me han tocado"
De acuerdo con la información policial, en la declaración que entregó la propia niña, ella aseguró que "papá y el otro chico me han tocado en mis partes con su cosa (...) me lo han hecho por detrás también". Junto con eso, la víctima sostuvo que mientras la violaba, su progenitor le tapaba la boca para evitar que se escucharan gritos.
Dentro del cuarto había varios elementos para el consumo de estupefacientes, como una pipa, un mechero y un estropajo, además de varios rollos de papel. La niña permanecía sentada en un colchón ubicado en el salón, con gestos que denotaban sufrimiento.
Los agentes activaron el protocolo por agresión sexual y solicitaron la presencia de los médicos. Los especialistas indicaron que, aunque no se pudo obtener la prueba necesaria para recoger restos biológicos, existían indicios de penetración anal y vaginal.
Posteriormente, la madre manifestó que sospechaba que el padre había cometido estos actos en otras ocasiones, posiblemente durante la noche antes de que la niña fuera al colegio.
Los tres sujetos fueron detenidos en la casa y posteriormente trastadados hasta una comisaría. Todos quedaron en prisión mientras se desarrolla la investigación.