Un caso curioso sobre una recién nacida ocurrió en Suiza las últimas semanas. Una pareja decidió nombrar a su hija como una compañía de internet, la que a cambio les entregará 18 años de conectividad gratuita.

Todo partió cuando la compañía local Twifi propuso a través de sus redes sociales un reto a quienes se atrevieran, el que justamente era nombrar a una persona con el nombre de la compañía, a cambio de obtener el servicio gratuito.

La oferta decía que si era niño, debería llevar por nombre Twifus, mientras que si era niña se llamaría Twifia, y así fue. La recién nacida llevará ese nombre al menos hasta la adultez, cuando cumpla los 18 años.

El medio Kidspot recopiló la historia y habló con el padre y la madre, quienes pese a que prefirieron mantenerse en el anonimato, aseguran que la idea les convence cada vez más.

“Cuanto más lo pensábamos y hablábamos, más único nos parecía. Para mí, ahí fue cuando le encontré su encanto”, dijo el padre, quien reconoció además que la madre no estaba convencida al principio, aunque logró persuadirla.

“Al final, el nombre de Twifia también significa ‘conexión’ en este contexto, lo cual puede significar una especie de unión eterna”, justificó la mujer, quien además aseguró que “hay nombres peores, y cuanto más dices el nombre de Twifia, más encantador suena”.

De todos modos, los padres contaron que la pequeña Twifia tendrá tres nombres, de modo que podrá elegir cómo llamarse si no le gusta su primer nombre.

Los padres también respondieron al medio suizo por las críticas que han recibido a través de redes sociales y aseguraron que es uno de los motivos para no revelar sus identidades.

“Queremos permanecer en el anonimato para la gente a nuestro alrededor porque no queremos justificarnos, o que nos acusen de haber ‘vendido’ el nombre de nuestra hija. También estamos un poco avergonzados”, dijo el hombre.

Desde la compañía, que exigía la partida de nacimiento para hacer efectiva la recompensa a la familia, el fundador Philippe Fotsch prometió que pagarán por su WiFi como está estipulado, aunque su empresa no sea viable en el futuro. “Es cuestión de honor”, dijo.

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