El Papa Francisco abandonó este lunes Grecia tras una histórica visita de dos días y medio, marcada por su mensaje a favor de integrar mejor a los migrantes en Europa, piedra angular de su pontificado.

Poco antes de despegar hacia Roma, el pontífice argentino de 84 años se reunió con jóvenes de una escuela católica de los suburbios de Atenas, a los que instó a no contentarse con "encuentros virtuales" sino a "buscar encuentros reales".

En esa misma línea el religioso apuntó hacia la necesidad de abrirse a los demás, "sobre todo con quien te necesita", más aún en esta época donde las redes sociales y los dispositivos móviles predominan en los hogares.

Hay que "buscar a los demás cuando viene la tentación de cerrarse", instó. Dirigiéndose a tres jóvenes, Katerina, Ioanna y Abud, que compartieron sus "dudas" o sus experiencias, el papa, que fue muy aplaudido, dijo que "dedicarse a los demás no es de perdedores", sino "de vencedores".

Tradicionalmente muy cercano a los jóvenes, un sonriente Francisco dijo que "muchos hoy son de redes sociales pero poco sociales, encerrados en sí mismos, prisioneros del teléfono que tienen entre sus manos". "Pero en la pantalla falta el otro, faltan sus ojos, su respiración, hacen falta sus manos", dijo ante un público de adolescentes.

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