Pepe Mujica (89 años) – y presidente de Uruguay entre 2010 y 2015- fue visto como personaje de una novela de León Tolstoi. Carismático, con una vida singular, tenía lazos familiares con Gabriel Terra, que fue dictador de Uruguay en los años 30. No es raro que el bisnieto del autor de “Guerra y Paz”, Sasha Tolstoi, haya dicho en 2011 que su bisabuelo habría estado orgulloso de Mujica y seguramente hubiesen sido amigos.

  • Un símbolo de la izquierda latinoamericana, que ante la caída del comunismo apostó por la austeridad en vez de la revolución, en enero había reconocido que el cáncer que lo aquejaba en el esófago se había expandido.
  • Una de las singularidades de Pepe Mujica es que la simpatía que despertaba iba más allá de las fronteras de la izquierda, por su estilo de vida y su ausencia de sectarismo. Cuando murió el presidente Piñera, manifestó: “Yo tenía buena relación personal con Piñera y su señora”.
  • Su trayectoria lo llevó desde la extrema izquierda a una izquierda moderada.
  • Dirigente del grupo guerrillero Movimiento de Liberación-Tupamaros, conocido por su último nombre, Mujica estuvo 14 años preso en condiciones que muchos describieron como infrahumanas.
  • Tras salir de la cárcel, creó el Movimiento de Participación Popular, que se integró a la coalición de izquierda Frente Amplio (FA), por la cual fue diputado, senador, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y, finalmente, presidente de Uruguay.

Ausencia inédita. Mujica no fue a votar en las elecciones municipales del domingo, la primera vez que se ausentaba de un evento electoral luego de dejar la cárcel en 1985. El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, también del Frente Amplio, dijo: “Estamos tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo puedan perjudicar”.

  • Convertido en celebridad mundial desde que fuera descrito como “el presidente más pobre del mundo”, no ocupó como residencia la casa oficial destinada a los presidentes uruguayos. Con pinta de hombre de campo, donaba el 90% de su sueldo cuando era Presidente y nunca usaba corbata, costumbre que siguió Gabriel Boric.
  • En febrero pasado, el presidente chileno fue hasta la chacra donde viven Mujica con su mujer Lucía Topolansky, perseguidos por una nube de periodistas. El uruguayo lo tomó del hombro y señaló: “Es un honor que un pibe, de los más jóvenes presidentes de América Latina, haya venido a ver un anciano, que ya es un recuerdo. Mil gracias a los chilenos de uno y otro lado”.

Estilo rústico. Pepe Mujica andaba en un auto “Escarabajo” celeste de 1987 y optó por una chacra en las afueras de Montevideo como residencia. Demostró ser también un hábil político, lo que le permitió llegar a la presidencia.

  • Los casi 14 años en prisión los ha descrito como “la etapa más importante de la creación de mi pensamiento. Estuve siete años y pico sin leer un libro, y solo. Pero tuve que conversar mucho con el que llevas adentro, revisar, repensar y pelear para no volverme loco”, reconoció. “La soledad es tal vez lo peor, después de la muerte. Pero no sería quien soy si no hubiera vivido esa etapa”.

El jardinero. Pepe Mujica también tiene algo del personaje de “Desde el jardín”, la novela de Jerzy Kosiński llevada al cine por Hal Ashby y protagonizada por Peter Sellers. En ella la simpleza de la visión de un hombre apegado a la tierra termina impresionando al alto mundo político de EEUU.

  • Mujica, que ha sido jardinero, con sus frases sencillas, que no siempre escapan del lugar común, se ha hecho famoso en el mundo, sin poder salir del todo de la paradoja de cuestionar la cultura de la celebridad siendo parte de ella.
  • Su mirada a la fama es llamativa. “Se me caería la cara de vergüenza si para dar una conferencia voy a cobrar. Eso no se vende ni se compra, eso se coloca en la sociedad”, dijo hace un tiempo.
  • “Si no, estamos como las vedettes, que cobran hasta la Coca Cola que toman”, explicó. “Yo voy a ir a dar una conferencia, he ido y voy, pero voy donde hay una muchachada, como en la Universidad de Chile, que me encanta estar con ellos y siento que me rejuvenezco un poco”.
  • “¿Pero cómo les voy a cobrar si son ellos los que me dan a mi?”.
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