Fue a mediados de febrero cuando la joven polaca Julia Faustyna se hizo viral en las redes sociales tras afirmar que era Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en Portugal en 2007.

En un video compartido en su cuenta de Instagram el pasado 16 de febrero, la mujer, de 21 años, dijo que no estaba segura de su verdadera identidad o edad.

Sin embargo, mencionó tener una peca en las piernas y un punto en el ojo en los mismos lugares que Madeleine. Además, afirmó que trató de obtener una copia de su certificado de nacimiento de las autoridades, pero solo le dieron información por teléfono, consignó Metro.

En su entorno nadie la apoyó, y ella se agarró aún más a eso para alimentar la idea del boicot hacia su supuesta “verdad”. Pero sus padres -ella dice que "adoptivos"- se limitaron a decir que ella padecía problemas mentales y que no quería recibir el tratamiento pertinente.

Sus cercanos aclararon también que, al contrario de lo que ella decía, siempre ha tenido a su disposición su propia partida de nacimiento -sólo este documento desmontaría la versión de Julia-. Los padres, además, deslizaron que su problemática hija siempre había querido ser popular.

Tras pedir un test de ADN a los padres y hacerse una cuenta en Instagram bajo el nombre "Yo soy Madeleine McCann", la joven ahora admitió no ser ella y que quizás podría ser otra niña desaparecida.

Estas palabras las pronunció en un video frente a millones de usuarios, acompañada por su representante legal, Fia Johansson. La mujer señaló que para que la policía comience una investigación en Polonia, primero Portugal debe dar la orden de que así se haga. Una excusa que no ha valido a la familia McCann, que ha optado por bloquear unilateralmente a ambas de sus redes sociales.

Si bien Johansson dijo que “quizás” su identidad no está ligada a la de Madeleine McCann, apuntó a que Faustyna “podría ser otra niña secuestrada”. “Hay evidencias” de que “algo muy grave sucedió en la infancia” de Julia, aseguró. 

Cabe mencionar que la cuenta de @iammadeleinemccann superó el millón de seguidores, pero su popularidad descendió luego de esta confesión.

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