La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas ha votado anualmente desde 1992 una resolución para condenar el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.

En un paso sin precedentes, este miércoles el gobierno de Estados Unidos decidió abstenerse en la votación en contra del embargo. Israel hizo lo mismo.

Con cada año que pasa la moción iba ganando apoyos, al punto que en 2015 fue aprobada por 191 países y sólo tuvo dos votos en contra: Estados Unidos e Israel.

Este año fueron 191 países a favor y dos abstenciones. Ninguno en contra.

Históricamente el gobierno de Cuba ha llamado bloqueo a las sanciones económicas estadounidenses y, pese a los avances logrados en las relaciones entre ambos países como la reapertura de las embajadas, siempre coloca el levantamiento de esta medida como el cambio fundamental para la normalización plena de las relaciones.

Según el informe de 2016 "Cuba vs Bloqueo" que la isla presentó ante la Asamblea General de la ONU pidiendo el fin del embargo, este ha generado daños económicos a la isla que ascienden a US$125.000 millones a lo largo de más de cinco décadas.

Sanciones "necesarias"

¿Pero se trata de un embargo, tal como se le conoce regularmente, o de un bloqueo, como ha argumentado históricamente La Habana?

El embargo, como medida punitiva desde el punto de vista comercial, es la prohibición que impone un gobierno o varias naciones a la vez, de entablar negociaciones y operaciones comerciales con un país.

La idea es aislarlo y evitar su crecimiento económico.

Por lo general, la nación que lo impone le niega a cualquier factor económico dentro de su territorio o que tiene intereses fuera de él, tener un vínculo comercial con el país blanco de la medida, como consecuencia de un acto inamistoso que afecta sus intereses.

En el caso de Cuba, el Congreso estadounidense sostiene que las sanciones son necesarias para obligar al gobierno cubano a que respete los derechos humanos y haya más oportunidades económicas para la población.

Justificaciones

El embargo a Cuba fue la respuesta a la confiscación de bienes de ciudadanos y compañías estadounidenses en Cuba a raíz de la revolución encabezada por Fidel Castro en 1959.

También fue consecuencia de la decisión de Castro de alinearse con el bando soviético y declarar comunista su revolución.

Por su parte, un bloqueo tiene más una connotación militar y apunta al aislamiento total de un país de cualquier contacto con el exterior.

Su expresión más clásica tiene que ver con el bloqueo de fronteras, puertos y aeropuertos y el impedimento de salida o entrada de cualquier persona o bienes del territorio blanco de la medida.

Un caso ocurrió en la Franja de Gaza, aislada por fuerzas de Israel en la Operación Margen Protector en el marco de la última guerra entre palestinos e israelíes.

En el caso de Cuba, cuando en 1962 ocurrió la crisis de los misiles, Estados Unidos reforzó aún más el embargo comercial que existía sobre la isla tras las nacionalizaciones y para ello aplicó la llamada Ley de Comercio con el Enemigo en vista de la amenaza que significaba la inminente presencia de ojivas nucleares en Cuba en bases que estaban siendo construidas por la entonces Unión Soviética.

Incluso EE.UU. llegó a bloquear cualquier ingreso de buques, especialmente soviéticos, para evitar la llegada de armas de destrucción masiva.

Con estos hechos, la retórica militarista quedó en Cuba y -según algunos historiadores- el carácter armado de la revolución cubana hizo que se incorporara el concepto de bloqueo y el hecho de que, desde entonces, Cuba está "en guerra" con Estados Unidos.

Permanencia en el tiempo

Pero más allá del origen de la medida unilateral estadounidense, el embargo ha permanecido durante décadas y su impacto ha sido considerable en la sociedad cubana, especialmente cuando fue recrudecido en la década de los 90.

Las leyes Torricelli y Helms-Burton actualmente lo regulan y agregan elementos extraterritoriales que generan presiones sobre otros países a la hora de establecer lazos comerciales con la isla caribeña.

Pese a que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha solicitado reiteradamente al Congreso la eliminación del embargo por considerarlo ineficaz, este conjunto de medidas han permanecido en vigor por contar con el apoyo de la mayoría republicana en ambas cámaras del Capitolio.

Usar el término bloqueo "le ha permitido a Cuba denunciar la ilegalidad que representa no solo la violación de la soberanía de Cuba sino la violación de la soberanía de otros estados", explicó a BBC Mundo en una entrevista anterior Arturo López Levy, experto en temas cubanos e investigador de la Escuela de Estudios Internacionales Josef Korbel en Denver, EE.UU.

El gobierno cubano siempre ha buscado establecer "una línea de continuidad entre esas políticas (militares y de inteligencia de EE.UU. como el espionaje o la invasión de Bahía de Cochinos) y lo que son las medidas de sanciones económicas actuales", agregó López Levy.

Para algunos, el uso del término "bloqueo" es una estrategia de propaganda.

El gobierno de Cuba argumenta que "el bloqueo inflige importantes afectaciones al bienestar material, psíquico y espiritual del pueblo cubano, e impone graves obstáculos a su desarrollo económico, cultural y social".

Para José Gabilondo, profesor en leyes que ha trabajado con el Departamento del Tesoro de EE.UU. y estudiado el impacto de las prohibiciones de viajes a Cuba, el lenguaje es muy importante para argumentar una posición.

"Es una realidad que el embargo ha tenido un impacto fundamental en la sociedad cubana al punto de sofocarla", dijo a BBC Mundo.

"Propaganda"

Sin embargo, para muchos otros la utilización del término "bloqueo" no es más que una estrategia propagandística del gobierno cubano para defender su posición ante la medida y auspiciar su levantamiento.

Jorge Salazar-Carrillo, director del Centro de Investigación Económica de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), dijo a BBC Mundo que no solo no es un bloqueo, sino que estamos hablando de "un embargo con agujeros".

Salazar Carrillo se refiere a las limitaciones que tienen estas medidas punitivas y que a lo largo de los años han sido suavizadas o simplemente burladas.

En efecto, Cuba mantiene relaciones comerciales estables con otros países, en la última década principalmente con Venezuela y China.

Y aunque suene sin sentido, Estados Unidos está entre los cinco principales socios comerciales de Cuba, a la que envía miles de toneladas de productos agrícolas al año.

Esto ocurre como parte de las excepciones que existen en el embargo para que el país caribeño reciba asistencia humanitaria que también incluye medicinas, una medida tomada por el presidente Bill Clinton en 2000.

En efecto, el 6,6% de las importaciones que recibe Cuba llegan desde su vecino del norte.

Según el Departamento de Agricultura de EE.UU. el país norteamericano suministra alrededor del 96% del arroz y el 70% de los productos de carne avícola. También exporta a gran escala trigo, maíz, soya y sus derivados.

En efectivo

La particularidad de esta relación comercial consiste en que Cuba debe pagar todo en efectivo debido a las sanciones que impiden relaciones financieras bilaterales.

Además, los cubanos en EE.UU. pueden enviar remesas a la isla -unos US$1.000 millones al año- y existen una docena de excepciones por las cuales los propios estadounidenses pueden viajar a la isla como turistas.

"No puede existir un bloqueo en una isla donde, por ejemplo, se puede tomar Coca-Cola", asevera Salazar-Carrillo para ilustrar los agujeros que existen dentro y alrededor del embargo.

Lejos de las connotaciones semánticas y los efectos prácticos de las sanciones de EE.UU. a Cuba, el acercamiento bilateral marca un cambio en la relación de enemistad que -pese a todo lo ocurrido en los últimos tiempos- continúa.

*Esta nota fue publicada originalmente el 22 julio de 2015 con reportería del periodista Alfredo Ochoa.

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