Este jueves, insistió en que la situación de las arcas públicas de la isla es precaria y le pidió al Congreso de Estados Unidos que le conceda a ese Estado Libre Asociado un paquete de ayudas financieras acorde con la crisis que atraviesa.

Puerto Rico se quedará sin fondos a finales de octubre o principios de noviembre mientras se enfrenta a la devastación de su infraestructura, provocada por el paso del huracán María por su territorio.

Rosselló subrayó que el único plan de contingencia con que cuenta es la solicitud de asistencia a las autoridades federales y advirtió que, si no recibe respaldo de Washington, la crisis humanitaria aceleraría el éxodo de puertorriqueños hacia Estados Unidos.

El jefe del Ejecutivo indicó que la magnitud de los daños por el paso de María podría sobrepasar los 95.000 millones de dólares.

El Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes deberá sopesar medidas para la recuperación de la economía portorriqueña.

El Gobierno de Puerto Rico está actualmente bajo el control de la Junta de Supervisión Fiscal, una entidad establecida por la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés).

Es normativa fue aprobada por el Congreso en Washington para abordar el pago de una deuda pública superior a los 70.000 millones de dólares que la isla no puede afrontar.

Este viernes, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, volará a San Juan para conocer los daños de primera mano.

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