La Agencia Aeroespacial de Estados Unidos, NASA, seleccionó a la empresa SpaceX, de Elon Musk, para construir la nave con la que planea volver a llevar humanos a la Luna en esta década.

El vehículo trasportará al próximo hombre y a la primera mujer hasta la superficie lunar, según el programa Artemis de la agencia espacial.

Otra de las metas del programa será llevar a la Luna a la primera persona de color.

El diseño del vehículo lunar está basado en la nave Starship de SpaceX, que está siendo sometido a pruebas en una estación experimental en el sur de Texas.

SpaceX estaba compitiendo contra una licitación conjunta compuesta de gigantes aeroespaciales tradicionales y la empresa Amazon, de Jeff Bezos, como también una propuesta de Dynetics, una compañía de tecnología basada en Alabama.

El valor total del contrato otorgado a la empresa de Musk es de US$2.890 millones.

"Con esta selección, la NASA y nuestros socios completarán la primera misión de demostración tripulada a la superficie de la Luna en el siglo XXI a medida que la agencia da un paso al frente hacia la igualdad de las mujeres y la exploración a largo plazo del espacio profundo", declaró Kathy Lueders, directora de la exploración humana de la agencia.

"Este paso crítico coloca a la humanidad en el camino hacia una exploración lunar sostenible y nos mantiene enfocados en las misiones más lejanas en el Sistema Solar, incluyendo Marte".

El programa Artemis, iniciado durante el gobierno de Donald Trump, tenía como objetivo regresar a la superficie lunar en 2024. Pero un déficit presupuestario para el financiamiento del sistema de alunizaje ha alejado esa meta.

Elon Musk ha estado desarrollando el diseño Starship durante años. Parecido a los cohetes de la era dorada del cine de ciencia ficción, es un elemento crucial en los planes a largo plazo del multimillonario empresario de poblar a Marte con humanos.

Por ahora, sin embargo, servirá de módulo de alunizaje que transportará a los astronautas de una órbita lunar hasta la superficie del satélite.

Con una amplia cabina y dos cámaras de descompresión, que permitirán la salida de los astronautas para sus caminatas lunares, es muy diferente al esquelético módulo lunar (ML) que posó a 12 hombres en la Luna con el programa Apolo de Estados Unidos entre 1969 y 1972.

El nuevo vehículo será conocido como el Sistema de Aterrizaje Humano (HLS, por sus siglas en inglés).

En épocas recientes, la NASA había escogido a más de una compañía para obtener servicios de transporte, lo que le daba opciones en caso de que una de estas no cumpliera los objetivos.

Pero la NASA sólo recibió US$850 millones de los US$3.300 millones que solicitó del Congreso para construir el módulo de aterrizaje lunar. En un comunicado, Lueders dijo que "mientras el deseo de la agencia continúa siendo preservar una ambiente competitivo durante esta etapa del programa HLS", su actual presupuesto impidió que pudiera seleccionar a dos compañías, como se esperaba.

Se cree que el costo fue un factor importante; la propuesta de SpaceX fue la más baja "por un amplio margen" entre los tres competidores.

Lueders explicó: "Determiné que sería en el mejor interés de la agencia hacer esta selección inicial condicional de SpaceX".

La decisión ha causado revuelo en el Congreso.

La NASA atraviesa una transición de poder tras la elección del presidente Joe Biden. Está siendo dirigida por un administrador interino y el designado por Biden para dirigir la agencia -el exsenador y exastronauta Bill Nelson- tendrá que ser confirmado por audiencias en el Congreso la próxima semana.

"Me desilusiona que la dirección interina de la NASA decidió otorgar semejante comisión antes de la llegada de los nuevos y permanentes gerente y subgerente de la NASA", expresó la congresista demócrata Eddie Bernice Johnson, que preside el Comité de la Cámara de Representantes de Ciencia, Espacio y Tecnología.

"La decisión de otorgar la comisión hoy también sucede a pesar de la obvia necesidad de reexaminar el programa de exploración lunar de la NASA, que no tiene la posibilidad real de regresar con astronautas de EE.UU. a la Luna para 2024".

Las región polar sur de la Luna, será el blanco de la NASA para el primer alunizaje de astronautas desde 1972. Esta área contiene abundantes yacimientos de agua congelada, que podría ser convertida en combustible de cohete y aire puro para sostener una futura base lunar.

Pero aterrizar allí también presenta desafíos, porque el ángulo del Sol arroja sombras largas que oscurecen la topografía de la superficie a medida que la nave desciende.

Los ingenieros tendrán que resolver el problema a medida que refinan sus planes para el primer aterrizaje del programa Artemis.

SpaceX estaba en la carrera contra el Equipo Nacional -conformado por Blue Origin (fundada por Bezos), Lockheed Martin, Northrop Grumman y Daper -y los contratistas de proyectos de defensa Dynetics.

La comisión representa otro hito para la empresa fundada hace 19 años por Musk, que tuvo que superar un amplio escepticismo inicial sobre sus planes de reducir los costos de los vuelos espaciales. SpaceX por poco se quedó sin dinero, pero logró mantenerse a flote gracias a un contrato fortuito de la NASA en 2008.

Desde entonces, ha logrado enormes éxitos con el lanzamiento de satélites comerciales y obtuvo un lucrativo contrato para transportar tripulantes a la Estación Espacial Internacional.

Actualmente, el vehículo Starship está siendo sometido a pruebas en una instalación en Boca Chica, en el sur de Texas. Una serie de prototipos no tripulados han sido lanzados a altitudes de 10 km o más, antes de regresarlos para un intento de descenso suave y aterrizaje. Sin embargo, las últimas pruebas han terminado con los vehículos explotando, ya sea cerca o sobre la plataforma de descenso.

"Este es un momento emocionante para la NASA y en especial para el equipo Artemis", dijo Lisa Watson-Morgan, directora del programa del Sistema de Aterrizaje Humano, en el Centro de Vuelo Espacial Marshall, de la NASA, en Huntsville.

"Durante el programa Apolo, comprobamos que es posible lograr los que parecía imposible: llevar humanos a la superficie de la Luna. Mediante una estrategia de colaboración, trabajando con la industria y las ventajas de las comprobadas capacidades y experiencias técnicas de la NASA, llevaremos astronautas estadounidenses a la superficie de la Luna una vez más, esta vez para explorar nuevas áreas durante períodos de tiempo más largos".

El programa Artemis busca establecer una presencia de largo plazo en la Luna, incluyendo la creación de una base lunar.

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