El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró el lunes que lo más "inteligente" que puede hacer su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, es dimitir, mientras presiona con un bloqueo frente a sus costas dirigido a la riqueza petrolera del país sudamericano.
Trump anunció el 16 de diciembre un cerco a los "buques petroleros sancionados" que navegan hacia y desde las costas venezolanas, y desplegó desde septiembre naves de guerra en el Caribe en una ofensiva contra el narcotráfico que ya deja más de 100 muertos.
Caracas, en tanto, denuncia una campaña para derrocar a Maduro y adueñarse de las riquezas del país.
El último ataque estadounidense alcanzó una embarcación "discreta" en el Pacífico oriental, informó el lunes el Comando Sur.
Consultado en su casa de Florida sobre si su gobierno tiene como objetivo derrocar a Maduro, el presidente Trump respondió: "Eso depende de él, de lo que quiera hacer. Creo que sería inteligente por su parte hacerlo".
"Si se muestra duro, será la última vez que pueda hacerlo", añadió en tono de amenaza.
Maduro, por su parte, aseguró que a Trump "le iría mejor" si "atendiera los temas" de Estados Unidos y no se enfocara tanto en Venezuela.
"Pienso que el presidente Trump lo podría hacer mejor en su país y en el mundo", afirmó en un acto transmitido en televisión estatal. "Le iría mejor con el mundo si él atendiera los temas de su país. No puede ser que él atienda el 70% de sus discursos y declaraciones y el tiempo es (sobre) Venezuela, ¿y Estados Unidos?", cuestionó Maduro.
Washington ya incautó dos tanqueros cargados con petróleo de Venezuela, que califica las confiscaciones de buques como actos de piratería y un "robo descarado".
Trump exige la devolución de activos estadounidenses supuestamente robados y dice que Caracas usa el dinero del petróleo para financiar el "terrorismo relacionado con drogas, la trata de personas, asesinato y secuestros".
Estados Unidos también presiona con un fuerte despliegue naval contra embarcaciones que presuntamente transportaban drogas en el Caribe y el Pacífico oriental. Ha destruido cerca de 30 naves y al menos 104 personas han muerto en esos ataques.