Fue un discurso corto, algo improvisado incluso, el último que dio Donald Trump antes de asumir como presidente de Estados Unidos, lo que se hará afectivo mañana a las 14 horas de Chile.

En el Memorial a Lincoln, el magnate insistió en los puntos que marcaron su campaña. "Vamos a hacer grande a Estados Unidos otra vez... Y añadiría que más grande que nunca", manifestó.

Además, hizo referencia a la polarización en que se encuentra la nación y aseguró que uno de sus objetivos principales será modificar ese escenario.

"Vamos a unificar nuestro país. Les prometo, las cosas van a cambiar", subrayó.

El tema de la inmigración también estuvo presente en el acto.

"No permitiremos más que otros países se tomen nuestros trabajos. Fortaleceremos nuestras fronteras", comentó.

El magnate, que arribó ayer a Washington junto a su familia, provechó la ocasión para deslizar nuevas críticas a la administración saliente de Barack Obama. 

"Se olvidaron de muchos de nosotros. Los hombres y mujeres olvidados, ya no lo serán nunca más", dijo.

El nuevo mandatario insistió que era apenas el "mensajero" de un movimiento social mayor: "Esto es algo como nunca antes se había visto en ninguna parte del mundo. Nunca hubo un movimiento igual. Es algo muy, muy especial".

Las palabras de Trump coronaron un evento que incluyó un espectáculo musical y fuegos artificiales.

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